Sicarios, inoculación de veneno, francotiradores… ¡pobre Maduro!

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Ilustración de José Luis Rondán
Ilustración de José Luis Rondán
Por José Luis Rondán.- Las veces que el incapaz ha alzado la voz para gritarle al mundo que tal o cual gobierno, corporación, grupo, lo ha querido hacer desaparecer de este mundo, son infinitas y están documentadas las fechas referidas que se indican a continuación:
23 de enero de 2013, 6 de febrero de 2013, 16 de febrero de 2013, 3 de mayo de 2013, 24 de julio de 2013, 31 de julio de 2013, 18 de agosto de 2013, 26 de agosto de 2013, 15 de febrero de 2014, 15 de marzo de 2014, 28 de mayo de 2014, 1ro. de julio de 2014, 14 de diciembre de 2014, 23 de enero de 2015, 12 de febrero de 2015 y 31 de agosto de 2015
Maduro se ha permitido el delirio de acusar a los EE.UU., a Ecuador, a Colombia, al reino de España a sus opositores más cercanos y a los más lejanos, y yo creo que hasta a su perro, si es que tiene alguno, de que lo han querido exterminar mediante la inoculación de veneno, mediante francotiradores, con bombas, con petardos, con una manzana envenenada, con sortilegios y conjuros y seguramente hasta con la indiferencia.
Cuando leo la extensa lista de fechas que este pobre hombrecito expresa que lo han querido sacar del juego al que tanto se aferra por no dejar de jugar, aunque eso sí, haciendo macabras trampas, pienso en las calenturas que se habrán agarrado aquellos que han puesto dinero para que tales situaciones ocurrieran, pues los sicarios enviados han demostrado con creces, ser unos grandes ineptos, puesto que aún no han podido cumplir con su misión. O la bala no les salió en el último momento, o el veneno estaba vencido, o el chamán o brujo encargado de joderle la vida, justo ese día se había emborrachado y no pudo incorporar o no se acordaba de las oraciones que debía realizar para que le estallaran las venas o se le cayera el pelo.
La cosa es que este pequeño grandote sigue ahí, jodiendo gente.
Un hombre que descalifica a quienes pretenden fungir como observadores, (entre ellos algunos legisladores uruguayos), encarcela a sus eventuales opositores, inhabilita a quienes pueden hacerle alguna fuerza en las elecciones que se avecinan, pretende aplicarle la extremaunción a la OEA, asignándole a nuestro compatriota y antiguo aliado suyo, Almagro, el papel de sepulturero; un hombre que debe ver con desazón como los Castros se visten de gala para recibir a sus nuevos mejores amigos los Yankees, al tiempo que debe quedarse quieto para ver como se le va cayendo el castillo de naipes que pretendió construir, puesto que entre la miseria en la que ha sumido a su pueblo, y la sólida realidad que han debido vivir todos y cada uno de los regímenes opresores de la tierra, de que las ideas NO SE MATAN, NO SE PUEDEN MATAR, y él no es la excepción, sus horas seguramente están contadas, no porque alguien quiera cargárselo, ya que de haber querido eliminarlo ya lo hubieran hecho, pero con seguridad, quienes no lo quieren bien en este mundo, pensarán que no vale la bala que tendrían que pagar para hacer realidad tal circunstancia; un hombre que permanece impávido ante la cruel realidad de millares de muertos a manos de los criminales que campean en la resquebrajada Venezuela y argumentando atentados y desórdenes seguramente mira por la TV como miles de humildes, se ven obligados a vadear un río para volver a su Colombia natal, tierra que habían dejado atrás buscando mejores oportunidades en una Venezuela amigable, hermana y solidaria, no merece morir, eso sería un gran error, debe vivir para ver con cuanta basura ha cargado su mochila, para ver y sentir el escozor que seguramente sienten algunos poderosos cuando la realidad de la justicia social golpea en su rostro y en el de sus allegados.
Con certeza la hora llegará y allí estarán las Machado y los Capriles, allí estarán los López y los Ledezma y los Ceballos y por qué no, una OEA que aunque tantas veces renga, necesaria, porque Maduro debe saber que los muertos que él mata, gozan de buena salud.