Un nuevo libro sobre los políticos uruguayos y los empresarios que quieren hacer política

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Palacio Legislativo; Uruguay (Foto: ICN Diario)
Palacio Legislativo; Uruguay (Foto: ICN Diario)
La charla con amigos, puede ser sólo tan sólo, una forma de ponerse al día sobre aquellos temas que les son afines, pero cada vez que me encuentro con Raúl Vallarino, a quien conozco desde que era un joven inquieto, alguien comprometido con sus ideales, intelectualmente inquisitivo y ejemplarmente tenaz.
Raúl pertenece a una generación acostumbrada a luchar desde los lugares más difíciles, ha tenido la posibilidad de compartir experiencias con líderes de la talla de Wilson Ferreira Aldunate y sus vivencias seguramente influyeron en él de tal forma que lo han hecho transitar por el sendero de las letras, con tanta profundidad como soltura.
Su tema es la cultura y su fuerte personalidad y compromiso le han permitido granjearse al reconocimiento de propios y ajenos dentro y fuera del país, llegado a ocupar el cargo de Director de la Biblioteca Nacional.
“El flaco”, así lo llamamos los viejos como yo que lo conocemos hace mucho tiempo y le tenemos respeto y sobre todo afecto, es alguien con quien uno puede sorprenderse siempre, en nuestro último encuentro repasamos alguno de sus libros, aquellos que quizás la gente más recuerde como por ejemplo: “El Zar del Río de la Plata” que habla del connotado empresario López Mena, o “Mi nombre es Patria” un tema de espionaje y de la guerra fría, que involucra nada menos que a Felisberto Hernandez y su esposa, una española que se transformó en la mejor espía soviética, que terminó siendo una Coronel del KGB.
Los próximos libros
Pero hubo y habrá más libros, me comentó que están próximos a editarse dos, uno sobre el político argentino Aníbal Fernández y otro que intentará revelar el submundo de los políticos en la política uruguaya, ese que relaciona los intereses y las veleidades personales a los puestos de poder y cómo mediante la utilización de medios económicos, buscan y muchas veces logran posicionarse dentro de las diferentes colectividades partidarias.
Me llamó la atención este último, porque no es sólo en Uruguay que está sucediendo esté fenómeno en el cual tanto personas, como grupos, con una importante independencia económica, buscan obtener espacios de poder que luego pudieran utilizar para el logro de sus propios intereses.
Mencionándose como ejemplo, dos casos bien recientes, uno que quiere y busca primero en el ámbito municipal (Edgardo Novick) y en otro caso, una mujer, (Verónica Alonso) cuyo impulso, unido al respaldo económico, la ha llevado hasta el Senado de la República, dicho sea de paso me comentó que esta senadora, se encuentra realizando reformas en su nuevo despacho ya que al parecer no le ha gustado y habría decidido darle un toque personal.
Entre las críticas, el escritor resalta que no le caen bien los que de un día para otro se dicen Wilsonistas de la primera hora, cuando en realidad- en sus inicios en la política- se encontraban en otros sectores alejados del pensamiento de Wilson y no tienen la menor idea de la grandeza del caudillo del Partido Nacional.
Estos dos políticos-entre otros- ocupan sendos capítulos del próximo libro de investigación de Raúl Vallarino.
En este nuevo trabajo, el autor desvela la realidad de quienes llegan a un cargo electivo a través de un gran respaldo económico personal, sin necesidad de contar con un gran apoyo del partido por el cual se postulan. El libro estará a venta en todas las librerías a fines de septiembre.
Dos últimas reflexiones, “El flaco” es inquisidor y persistente pero también es una persona muy bien relacionada y cuenta con mucha gente que “le pasa data” de allí que siempre nos sorprenda por la consistencia y contundencia de sus investigaciones periodísticas y la otra: si aparece un Donald Trump en los Estados Unidos para intentar ser su Presidente, porqué no han de aparecer en nuestra pequeña comarca del sur, empresarios que intenten desarrollar carreras políticas al influjo de sus propios medios. Independientemente y sin tener la necesidad de acordar o negociar nada con nadie.
Esto podría representar la aparición de un liderazgo con un perfil muy diferente, con el poder de sobrepasar las débiles y obsoletas estructuras partidarias, entre otras cosas porque estarán en condiciones de hacer lo que quieran sin consultar a nadie, cosa que ya están haciendo.
Jorge Delgado