La España de la gata Flora

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Antes de desarrollar este artículo de opinión, es necesario explicar el tema de la gata Flora y por qué relacionarla con los españoles.
Esto refiere a un viejo refrán popular que dice: ‘Es como la gata Flora, cuando se la ponen ríe y cuando se la sacan llora’.
En definitiva la expresión sobre el gataflorismo, es para referirse a aquellas personas que se quejan de todo, que siempre están disconformes y aunque obtengan lo que piden igual protestan.
Esto parece encajar perfectamente en el caso de la abuela canaria, Josefa Hernández, que fue enviada a la cárcel por la Justicia española por negarse a derribar una casa construida en terrenos protegidos de Lanzarote.
La mujer de 62 años tiene a su cargo a tres nietos y a una hija discapacitada y ante la condena, distintos colectivos sociales y formaciones políticas salieron en defensa de la sexagenaria y pedían el indulto presidencial; algo que se ha concretado y este viernes el Consejo de Ministros le dará la lógica libertad.
Pero aquí surgen las controversias: los partidos opositores pedían el indulto y ahora que Rajoy se lo ha otorgado, dicen que el presidente lo hace para obtener réditos políticos ante las próximas elecciones. Un caso claro de ‘gataflorismo’.
Por otro lado y según informa el diario El Mundo, el Juzgado que condenó a Josefa Hernández a seis meses de cárcel por construir su casa en un espacio protegido ha informado al Gobierno en contra de que le den el indulto y lo mismo ha hecho la Fiscalía, aunque esta última se opone a que se ejecute la condena y recomienda su suspensión.
En el auto que dictó el viernes pasado, la juez de lo Penal número 2 de Puerto del Rosario, María Isabel Quintero, lo hizo sin pedir siquiera la opinión del Ministerio Fiscal, la juez argumenta que no considera “suficientemente justificadas” las razones que esgrimía la defensa para demandar que Hernández, de 62 años, sin más condenas que esta, no ingresara en la cárcel.
Con todo esto -no estamos defendiendo a Rajoy- pero si el presidente atendiera las razones de la Justicia y no concediera el indulto, lo menos que dirían de él sería que es un hombre insensible.
Pero lo que arroja más inseguridad es la actitud poco prolija de la Justicia española, que se negó a escuchar el pedido del fiscal que solicitaba que Josefa Hernández no ingresara a la cárcel, pero al conocer la decisión del gobierno de indultarla, dio marcha atrás y ordenó la liberación de la mujer.
R.C. Gómez