Asturias aparece como escenario de buena parte de las novelas de Palacio Valdés, pero es José la única que se desarrolla en un ambiente donde el mar es preponderante y oficia como un personaje más de la historia. Sabemos que el paisaje que refleja existe, es real y forma parte de sus propias vivencias personales y no sólo porque él mismo lo asegura sino porque el lector, sobre todo el de la zona, puede reconocer lugares o costumbres tras las acciones de los personajes de la novela. El paisaje asturiano adquiere en algunos momentos autonomía propia debido a que la pretensión del autor no es la de que aparezca con la única función de pintar el entorno en que las vidas de los personajes se desenvuelven.
Rodillero es el nombre del lugar escogido por el autor como marco en el que se van a desarrollar los acontecimientos. El nombre real que se oculta tras éste ha sido objeto de numerosos estudios y polémicas que finalmente y en su mayoría parecen decantarse por Candás como el pueblo que sirvió de inspiración al escritor asturiano, producto de los recuerdos veraniegos del autor en un pueblito de la costa asturiana.
Armando Palacio Valdés nació en 1853 en un pueblo del ayuntamiento de Laviana, en la casa donde ahora se encuentra el Museo y Centro de Interpretación Armando Palacio Valdés. Pasó su infancia en Avilés y se fue a cursar sus estudios superiores a Madrid. Sin embargo, fue en Candás donde estableció su casa de veraneo. En la placa ubicada en una de sus paredes, se da fe de ello, al rezar lo siguiente: “En esta casa vivió el insigne escritor asturiano D. Armando Palacio Valdés, autor de la novela “José”, obra que recoge, y conserva para siempre el singular carácter de Candás y sus más hondas raíces marineras”.
La villa marinera de Candás, se encuentra bañada por el Mar Cantábrico y su principal actividad económica fueron la pesca y la industria conservera, contando además con uno de los puertos más importantes del lugar. A lo largo de la novela aparecen una serie de nombres que el lector conocedor reconoce y ubica en una determinada zona de la costa cantábrica y otros que pertenecen a la imaginación del autor que pueden o no hacer referencia a nombres reales. Provocando en el lector la sensación de que el narrador conoce a la perfección los lugares por los que transcurren los hechos.
La novela comienza con un capítulo introductorio constituido por una detallada panorámica de la zona donde destaca el mar como elemento principal. Desde este momento se intuye la importancia que éste va a cobrar en la narración y nos reafirmamos en ello cuando más adelante nos habla el autor del medio de vida de los habitantes del lugar, la pesca. El lector recordará que en una nota publicada por ICN “Una historia de Asturias: La inquisición y los delfines”, se plasma la importancia de dicha actividad económica para la población al punto de llegar al litigio judicial contra los cetáceos, devoradores del sustento económico.
El protagonista de la historia, José, se encuentra entre los marineros con los que se da comienzo a la novela. La descripción de un duro día de trabajo cualquiera en sus vidas es el recurso empleado por Palacio Valdés para iniciar la sencilla trama.
El mar está presente en todas las acciones de los personajes de una manera u otra, es el elemento que les une e influye para bien o para mal en su futuro. Sus apariciones alternan entre la bravura y la calma siempre en consonancia con el momento que viven los protagonistas de la novela. Principalmente en los instantes en que el mar muestra su dominio es cuando verdaderamente adquiere la categoría de personaje entablando una dura lucha con el individuo.
Candás y su mar omnipresente, trascienden lo puramente local para volverse universal, en una sociedad occidental de finales de siglo XIX desencantada, al espejar los aspectos de la vida y del comportamiento humano en los distintos estados marítimos. Fiel al naturalismo, contempla al personaje como animal sujeto a leyes de la naturaleza y la sociedad. Cual marea influenciada por la luna: el instinto, la emoción o las condiciones sociales u económicas rigen la conducta humana, rechazando la libre elección al adoptar el determinismo ambiental y económico.
Daniela Arismendes
Editora de Cultura
ICN Diario
Me encanta Asturias y los felicito por ocuparse de contar estas historias.
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