En este encuentro ofrecido por el Gobierno Vasco en clave de “reconocimiento institucional”, el lehendakari Urkullu ha insistido en que la mejora de las políticas públicas debe estar sustentada en tres pilares: por un lado la citada unión entre víctimas y sociedad, una reflexión autocrítica y la determinación de defender un mínimo ético.
Reflexión autocrítica
Construir el futuro sobre bases éticas
Tras esta mirada al pasado Urkullu ha recordado que actualmente vivimos sin la amenaza del terrorismo de ETA y que es momento de construir el futuro. Un futuro que “no puede suponer pasar página, sin clarificación, reconocimiento ni critica explícita sobre lo sucedido”, ha explicado. El “mínimo ético” para construir el futuro se asentará en el “reconocimiento del daño injusto provocado a las víctimas” y en el “rechazo a cualquier forma de terrorismo o violencia y a la pretensión de su legitimación”, ha asegurado el lehendakari.
Debate
La jornada de trabajo ha dado comienzo a las nueve de la mañana con el discurso del lehendakari y el del presidente del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, José Luis de la Cuesta. Posteriormente se ha iniciado una dinámica de diálogo en la que a través de círculos formados por siete u ocho personas se ha podido debatir en torno al papel que deben jugar las víctimas en la sociedad.
En este coloquio han tomado parte víctimas del terrorismo además de miembros de asociaciones como la Asociación Extremeña Víctimas del Terrorismo, la Andaluza, Canaria y la Valenciana. También han acudido la Asociación Santiago Apostol Víctimas del Terrorismo la AVT, la plataforma APAVT, ASERFAVITE, ZAITU y la Asociación 11M. En el acto previo y discreto que se celebró ayer el Lehendakaritza también participó COVITE.