Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), acordaron seguir fortaleciendo los nexos de cooperación entre ambos bloques con el objetivo de reforzar el diálogo birregional y ahondar en las relaciones mutuas.
Ante esto trascendió que se ha adoptado una Declaración sobre una «Asociación para la próxima generación», en la que se describe la visión común de los lazos que unen ambos bloques y demuestra la voluntad de modelar un futuro común y de trabajar por unas sociedades prósperas, cohesionadas y sostenibles para los pueblos.
La declaración final se presentó tras reunirse las autoridades de gobierno en torno a la segunda cumbre UE-CELAC que se celebró en Bruselas los días 10 y 11 de junio de 2015 bajo el lema: «Modelar nuestro futuro común: trabajar por unas sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles para nuestros ciudadanos».
“Reafirmamos que la promoción y la protección de todos los derechos humanos de todas las personas, tal como establece la Declaración Universal de Derechos Humanos, constituyen el núcleo de nuestra Asociación Estratégica. Estamos comprometidos además con el logro del derecho al desarrollo”, detalla la declaración final.
De la misma forma expresa que dada la contribución que pueden aportar la CELAC y la UE a la paz en la escena internacional, convienen explorar de manera conjunta formas de potenciar la cooperación en favor de la paz y la resolución pacífica de las controversias, así como la promoción del desarme y la no proliferación a nivel internacional.
Asimismo detalla la misiva “la disposición a colaborar a nivel mundial para lograr un crecimiento fuerte, integrador, sostenible y equilibrado, con vistas a alcanzar un desarrollo sostenible y obtener unos mejores y más equitativos niveles de vida, un empleo digno y productivo y un trabajo decente, especialmente para todos los grupos vulnerables, en nuestras respectivas economías”.
Además declaran que están decididos a erradicar la pobreza en todas sus formas y a lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones -económica, social y medioambiental- de forma equilibrada e integrada. A tal fin, reafirmamos nuestro compromiso de adoptar una agenda para el desarrollo después de 2015 que sea ambiciosa, universal y transformadora y que garantice que nadie se quede atrás.
Por otra parte destacan la importancia de fomentar y facilitar la competitividad y la participación de las microempresas, pequeñas y medianas empresas en el comercio birregional, y de invertir en ellas, así como de su internacionalización e integración en las cadenas de valor mundial.
Además reconocen que los vínculos económicos entre ambos bloques son impulsores del crecimiento económico sostenido e integrador y deben seguir permitiendo la protección del medio ambiente y la promoción de la igualdad y la inclusión social, y el empleo digno y productivo y el trabajo decente en ambas regiones.