
De acuerdo con Joelson Zuchen, presidente de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos del estado de Río de Janeiro (Searj), los salarios están desfasados con relación al mercado por un margen de hasta un 70%. Según Zuchen, un ingeniero de la alcaldía al principio de su carrera gana US$ 1.293,62. En la misma situación, los del sector privado reciben US$ 2.723,40.
“Fiscalizamos a colegas ingenieros que llegan a ganar tres o cuatro veces más que nosotros”, se quejó Zuchen. “Nuestra categoría no puede soportarlo más”. Asimismo, advirtió que, sin la actualización salarial, la ciudad perderá profesionales que velan por obras pagadas con dinero público.
“Con la paralización, si no hay ninguna contrapropuesta de la municipalidad, las obras podrán parar por falta de supervisión y de certificación para las facturas”, explicó el presidente de Searj.
Los profesionales proponen una reunión con el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes. Y recuerdan que, en octubre de 2014, tras tres días de interrupción en las obras, el alcalde había prometido negociar con los ingenieros y arquitectos, pero eso no sucedió.
Zuchen subraya que los profesionales no reciben un reajuste salarial hace siete años.
La alcaldía de Río de Janeiro no se pronunció sobre el tema hasta la publicación de ese reportaje.









