Rescatando a Galeano

En la nota aparecida con motivo del fallecimiento del conocido escritor uruguayo Eduardo Galeano, hay un giro magistral que en una sola línea resume lo característico del escribidor: “prolífico y poco ortodoxo estilo, muchos de sus textos combinan la ficción con el análisis político”. Recuerdo que Las venas abiertas de América Latina fue un regalo de la tía cultora de la izquierda vernácula latina y bien pensante a mi hermano en el cumpleaños número 16 o 17, que después, préstamo mediante no devuelto, termina en manos de una amiga ahora profesora, entonces estudiante de historia.
El libro, hoy constituye un relato muy afín con el cerno del discurso chavista y castrista, al menos éste último hasta la reciente Cumbre de las Américas. Es prototípico del heterodoxo estilo del autor, confundiéndose el relato o cuento casi mitológico con el análisis científico. El libro no cuenta con ninguna referencia bibliográfica histórica ni de ningún tipo. Es entonces un libro de literatura, no de ciencia política, ni de historia, ni de sociología, ni ensayístico. Nos recuerda, el estilo, aunque con otro signo muy distinto, a Ayn Rand y su Rebelión de Atlas, finalmente también uno de los libros más influyentes en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Y, no lo podría ser, sino de literatura, ficción, porque sería contradictorio con su objeto: la literatura, o ficción, a lo sumo, muestra pero no demuestra.
Galeano, en vida obviamente, entiendo que muchísimos años después de la amplísima difusión del texto y miles de copias vendidas en varios idiomas, habría declarado con total honestidad que había sido un libro de su juventud, no documentado ni estudiado. Probablemente ni Chávez ni el Presidente Obama lo habrían entendido, dado que es un libro en clave de, o directamente, de literatura, de ficción.
En Uruguay, autoridades educativas y algunos docentes bien pensantes de secundaria lo tienen como libro sugerido y preferente, no para la materia de literatura o lengua española, sino de historia y geografía: el discurso chavista y castrista desde el aula. Desconozco si también es así en la Venezuela del comandante y sus sucesores o en Cuba. Pero bien podría serlo dado las elocuentes manifestaciones del comandante en su día.
Este fenómeno prueba la convicción de ciertos dirigentes americanos de varias latitudes en la potencial fuerza de movilización gestada en la creencia en un relato mitológico, en este caso, muy bien escrito, y en la inversión de los objetivos del proceso educativo enderezándolos a la consolidación de un poder autoritario bajo los martillos envolventes de ciertas palabras bien sonantes, revolución, pueblo o liberación, en lugar de propender a educar con espíritu crítico, sin asumir ninguna verdad con mayúsculas, que sitúa en la libertad individual el requisito sine qua non de toda liberación colectiva, ya sea esta de cualquier pueblo o nación en el amplio territorio del universo.