Ese personaje contradictorio e indescifrable que es la canciller de Venezuela, Delcy Eloína Rodríguez, que un día dice una cosa y luego se desdice y que incluso no sabía cuantos funcionarios diplomáticos tiene su país en la embajada y en los consulados en EEUU, aseguró que eran 17 personas y la corrigieron diciéndole que eran 74, quiere ahora intimidar a España.
Delcy Eloína no sabe diferenciar lo que es democracia pura con el totalitarismo puro que ejerce el régimen chavista que ella integra y trata de intimidar al gobierno y a los partidos políticos de España y termina siendo el hazmerreir del mundo, ya que habla al mejor estilo cantinflesco y nadie la entiende.
Rodríguez recibió este miércoles al embajador de España en Venezuela, Antonio Pérez Hernández, en la sede de la Cancillería, en Caracas.
“Le leí las declaraciones injerencistas e irrespetuosas a nuestras instituciones, una a una, día a día. En cada una de esas declaraciones le iba señalando qué principio internacional está violentando, le iba señalando qué normas del derecho internacional estaba irrepetando. Hacemos un llamado, nuevamente, al Gobierno de España para que respete la soberanía de Venezuela, para que respete el Gobierno legítimo y constitucional de Venezuela que fue el que eligieron los venezolanos y por eso pedimos respeto al pueblo también”, expresó.
La inefable canciller dijo que al embajador español, “Le leí las declaraciones injerencistas e irrespetuosas a nuestras instituciones, una a una, día a día”. Eso ya es bueno, demuestra al menos que sabe leer, aunque al tratar de explicar los hechos no se le entienda lo que quiere decir.
Además anuncian medidas contra España, ellos que piden a EEUU que levante las sanciones contra Venezuela, se transforman en censores de lo que otros opinan.
Además, para exigir respeto se debe tener autoridad moral y el régimen chavista no la tiene.
Con el cinismo claro de los intolerantes, habla cosas que ante el mundo ya no se pueden ocultar y debería pensar la señora canciller en mejorar el tratamiento a los presos y reformar las cárceles y el sistema carcelario, ya que cuando vuelva la democracia a Venezuela y la Justicia actúe, es a esas cárceles donde todos los represores del régimen chavista irán a parar.
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