
El coordinador del PIT-CNT, Fernando Pereira, dijo a radio El Espectador que el sindicato no apoyará una huelga de hambre por parte de un exrecluso de Guantánamo, el sirio Abu Wael Dihab, ya que para la central obrera una medida de ese tipo perjudicaría el objetivo político más amplio que es lograr que otros países reciban a más presos de Guantánamo, y expresó: “Nosotros no compartimos esta medida, nos parece desacertada, pero no somos los guardianes de la gente que llegó de Guantánamo”.

El reclamo
El sirio Abu Wael Dihab, exrecluso de Guantánamo que recibió refugio en Uruguay, ha anunciado que se sentará frente a la embajada de Estados Unidos en Montevideo y realizará una nueva huelga de hambre, ya que se siente que lo que se le brinda es insuficiente, según ha declarado al diario norteamericano Washington Post en un artículo titulado: “Después de años en Guantánamo, ex detenidos encuentran poco consuelo en Uruguay”.
Abu Wael Dihab cuando estaba preso en Guantánamo, había realizado durante dos años una huelga de hambre hasta que un juez obligó a que lo alimentaran por la fuerza.
Hoy dice que siente que las promesas hechas a él han sido traicionadas. Él ya no acepta el estipendio de 600 dólares por mes que le entrega el gobierno uruguayo y ha dejado de ir al hospital a pesar de una larga lista de problemas de salud. Señala no tiene ingresos, teléfono o las perspectivas de empleo. Él predice que los tomates, pepinos y patatas pueden durar un par de semanas más, y cuando ya no queden más, tiene un plan: “Cuando se acaben, empezaré la huelga de hambre”, dijo al diario Washington Post: “Iré y me sentaré frente a la Embajada de Estados Unidos”, aseveró.
Abu Wael Dihab cree que ha sido traicionado en las promesas que le hicieron y exige que se le otorgue una casa propia y que traigan a su familia desde Siria. Además pide dinero suficiente para vivir con dignidad y comenzar un negocio. En este sentido reclama que Estados Unidos asuma su responsabilidad por haberlo mantenido captivo por más de una década y luego liberarlo con una carta que expresa que no tuvo ninguna participación en “conducir o facilitar actividades terroristas”.
Hasta el momento los seis ex reclusos han rechazado varias ofertas de trabajo que les han hecho llegar.









