El domingo pasado ganó Andalucía y empezó a ganar España. Porque Andalucía ganó a Rajoy y a sus contrarreformas, contrarias al 90% de españoles.
Si algo quedó claro el 22 de marzo, es que el PSOE es la alternativa al PP. Por eso nos temen. Porque saben que somos los únicos que podemos poner fin a los gobiernos del Partido Popular”, ha puntualizado.
En su intervención el líder de los socialistas ha destacado que “la derecha intenta hacernos creer que economía y bienestar son conceptos incompatibles. Que no es posible crecimiento y cohesión social. Que no es posible competitividad y derechos sociales. Y el socialismo democrático ha demostrado, no solamente con las ideas y las palabras, sino sobre todo con los hechos, que el desarrollo económico y el empleo digno siempre vienen de la mano de la cohesión y el bienestar social. Así que, gracias. Gracias porque habéis demostrado que los servicios públicos de calidad no están reñidos con el rigor presupuestario. Asturias y Andalucía tienen una deuda pública menor a la media nacional. Y, desde 2010, ambas han hecho un mayor esfuerzo por reducir el déficit que la media de las Comunidades Autónomas. Todo ello, manteniendo las becas, los comedores escolares, la sanidad y la educación pública. Porque para los socialistas gobernar con rigor y gobernar con decencia consiste en pensar no en quien más tiene sino en quien más lo necesita”.
Luego precisó: “Así que, que todo el mundo lo tenga claro; el mensaje del Partido Socialista es el siguiente: quien no tenga un proyecto claro de sostenibilidad del Estado de Bienestar, no es gente de izquierdas.
No basta con proclamarlo, hay que saber defenderlo y nosotros tenemos un proyecto para defender ese Estado de Bienestar. Un proyecto que es de cambio seguro y que, estoy convencido, nos dará la confianza de la mayoría de los españoles en los próximos procesos electorales”.
Para Sánchez 36 años de la Carta Magna son demasiados
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, interpreta que “Urge liderar un impulso renovador, reconstituyente, del sistema político y de sus reglas. Urge adaptar nuestra democracia a la España de 2015. Defendemos el reformismo constitucional, 36 años sin tocar la Carta Magna son demasiados.
Debemos reconocer nuevos derechos y blindar los derechos sociales hoy en peligro por las políticas del PP. Soy consciente de que la tarea ni es fácil ni de plazo corto. Nuestro país tiene que romper con las inercias más conservadoras del PP.
España no se va a renovar por un partido, el Partido Popular, que es incapaz de renovarse a sí mismo. Por tanto, tenemos que hacerlo nosotros.
El gran fallo de la derecha y de Rajoy, es no haber entendido que la España del Siglo XXI no se puede proyectarse a los próximos veinte o treinta años sin hacer una adaptación de sus normas de convivencia al Siglo XXI.
Y nuestro compromiso es hacer esa reforma constitucional, como también es liderar esa regeneración democrática desde los ayuntamientos y desde los gobiernos autonómicos que tengamos a partir del 24 de mayo”.