La noticia no me permitió dormir por dos días, Tania Sánchez y Pablo Iglesias ya no son pareja y como corresponde a los mediáticos lo anunciaron por las redes sociales.
Mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas ante tan amargo momento, leí varias veces el comunicado que uno de ellos puso en Facebook y el otro también, claro que es el mismo texto, pero en cada caso con la firma de uno y otro por separado, como para marcar que ya no están juntos.
Cada uno habla maravillas del otro y como un culebrón venezolano ambos expresan:
“Ya no somos pareja; nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos, somos compañeros y compartimos las mismas aspiraciones de cambio político, por las que seguiremos trabajando. Simplemente ya no somos pareja”.
¡Admirable concepto donde con inusitada maestría mezclan el amor y la política, demostrando una sensibilidad (política) única!
Luego la pareja separada apunta: “Esta nota contiene las únicas declaraciones públicas que habrá por nuestra parte sobre este asunto”.
Repercusiones en Venezuela
Según la agencia de noticias “El pajarico chiquitico News” de Caracas, Nicolás Maduro asegura que existe una injerencia del gobierno de Obama en la separación de Tania y Pablo y ha pedido a EEUU no entrometerse en las relaciones de pareja y la siempre bien informada canciller Delcy Rodríguez, ha pedido a la OEA, a la Unasur y a la Unión Europea que realicen una mediación para solucionar esta separación que sindudas es parte de otra intervención norteamericana y apeló a su repetida frase: ¡Venezuela se respeta!
Luego le aclararon a la canciller – como ocurre siempre – que este era un tema del corazón y corrigió: “el gobierno de EEUU, no tiene corazón”.
Opinión
