
En un discurso pronunciado ante la concurrencia que acompañó la apertura de las instalaciones del complejo, con capacidad para más de 20.000 personas, recordó la frase inmortalizada por el pensador, ensayista y político Arturo Jauretche: “Nos quieren tristes porque los pueblos deprimidos no vencen”.
La jefa de Estado señaló que el anfiteatro fue levantado en un predio que antes correspondía a la Gendarmería nacional y que había adquirido un “importante valor económico”.
“Yo temía que cuando no estuviera esa manzana que había adquirido un valor económico muy importante fuera reservada para el uso privado”, explicó, tras lo que destacó que fue a partir de ese pensamiento que se propuso ese espacio sea destinado para el “uso público”.
La presidenta consideró que, a partir de esa obra, el Festival del Lago Argentino, que empezó en el 2003, “se va a constituir en un clásico festival de la República Argentina” porque “esta obra lo va a consolidar efectivamente”.
Destacó por otra parte, que ningún árbol fue sacado para realizar las obras, cuya construcción fue hecha para que la infraestructura esté acorde al crecimiento que tuvo la economía.
“Es para la Patria Grande, del corazón para ustedes”, dedicó.
La mandataria no hizo en ningún momento alusión a su situación judicial ni se refirió al caso Nisman.









