
El percusionista Rafael Medeiros, quien desfiló por quinto año consecutivo en la batería Viradouro, nunca había visto una lluvia como en Sapucaí: “Pero creo que no es nada que desmotive a los chicos, no”, dijo antes de entrar en la avenida.
Desde el principio, hubo una gran emoción en la presencia de jugadores de tenis Gustavo Kuerten y Rafael Nadal, y el desfile se abrió con un gran baobab árbol-símbolo de África, que también contó con la actriz Juliana Paes.
La Viradouro regresó este año al panel y al presidente de la scola, Gusttavo Galvão, dijo que llegó la lluvia para lavar el alma, “Hoy en día, estamos viendo al Viradouro de los grandes carnavales”, apuntó. La scola de samba se inspiró en dos canciones del compositor Luiz Carlos da Vila, uno de los principales honrando el desfile, que pidió la igualdad de oportunidades para los negros y los blancos en una carta leída por el actor Lázaro Ramos: “Este es el sueño de un Brasil más justo”, leyó un manifiesto de la recta final como recuerdo a los hombres negros y las mujeres de diferentes generaciones, como Clara Nunes, Nelson Mandela y Joaquim Barbosa.

Fuente: Agencia Brasil









