El respeto no se pide, se gana

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La sonrisa de Joe Biden Foto: Minci
La sonrisa de Joe Biden Foto: Minci
Nicolás Maduro vive en un mundo donde sólo lo que él opina es válido. Avasalla, amenaza y atropella todo lo que le parece mal, donde el pensar diferente es un delito para el presidente venezolano.
El Poder Judicial de Venezuela, está sometido escandalosamente al Poder Ejecutivo y no lo oculta. Antes de que la Justicia resuelva sobre un caso, Maduro lanza públicamente su acusación y también su sentencia como hizo como hizo entre otras presiones, con la opositora María Corina Machado, al acusarla antes de que el Ministerio Fiscal actuara: “No exagero cuando digo que es una asesina. Estaba planificando la violencia”, afirmó en referencia a que la exdiputada integraría presuntamente un plan de magnicidio.
Con esta presión, es inimaginable pensar que desde la Justicia se actúe con imparcialidad y vale recordar lo que le sucedió a la jueza venezolana María Lourdes Afiuni, que terminó en la cárcel, por acatar una resolución de la ONU, que pedía la liberación de un detenido.
Maduro, en ocasión del acto donde Dilma Rousseff asumía su segundo mandato presidencial en Brasil, tuvo un breve diálogo con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, donde aparece en algunas fotografías sonriendo y asegura que le pidió al norteamericano respeto para Venezuela.
“Le pedimos a Estados Unidos -le dije a Biden y le hemos dicho a Estados Unidos mil veces, en público y en privado- que queremos relaciones de respeto, más nada”, afirmó.
Es sabido que el gobierno de EEUU, jamás sale a desmentir lo que se habla en este tipo de charlas casuales y es difícil corroborar lo que se dijo en privado entre Biden y el presidente venezolano. Por allí hay una versión de prensa que dice que Biden le dijo a Maduro que debe liberar a los presos políticos y esa es la versión que sería más creíble y no la que cuenta el mandatario de Venezuela que siempre intenta aparecer como que es él quien exige.
Luego, Maduro hace apreciaciones que intrepreta a su manera y vaticina lo que “cree” que piensa Joe Biden: “Venezuela es un gobierno que se basa en el respeto al Derecho Internacional. Somos un Gobierno apreciado, apoyado por todo el Continente, América Latina y El Caribe, América del Sur”, dijo Maduro y agregó “Yo creo que él –vicepresidente Biden- se dio cuenta, ahí en el tiempo que estuvo, el tipo de relaciones que tenemos en América del Sur, de cordialidad, de hermandad, en la diversidad”.
Maduro parece no recordar que si se pide respeto, primero se debe respetar a los demás y vale recordar sus epítetos cuando se anunciaron las sanciones de EEUU a funcionarios venezolanos por violar derechos humanos: “¡Estúpidos! eso es lo que son”, o “Bien hermosa es nuestra casa suramericana y caribeña como para aspirar a una visa para Estados Unidos. ¡Imbéciles imperialistas!”, exclamó Maduro en un acto oficial televisado. Y agregó otras frases por el estilo hacia Norteamárica: “un Estado paranoico, enfermizo, espía, torturador y sinvergüenza”. “Ya no provoca ni responderle las estupideces que hacen las élites imperialistas del norte, que ellos se queden con sus amenazas y estupideces”.
No hay interpretación aún de Nicolas Maduro, a la sonrisa del vice de EEUU, que se aprecia en la foto que dio a conocer la presidencia de Venezuela