
“Por favor –apeló la Presidenta, en el final de su discurso- “toda es mugre que hay afuera, que por favor nadie la traiga adentro: defendamos a la Argentina, más que al Gobierno”.
Insistió en que “no permitamos que nos traigan acá conflictos que están causando desolación y muerte y agobios, y no permitamos que nos dividan: vayamos a las próximas elecciones en paz, con tranquilidad, con alegría, para que el pueblo vote y se exprese”.
Libertad de prensa y expresión
En otro momento de su discurso, la mandataria afirmó que “nadie le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y no hable”. Al respecto, a remarcó que los funcionarios y representantes de todos los poderes del Estado tienen libertad de expresión y los instó a leer “el artículo más importante de la Constitución que es el que dice que todos los habitantes son iguales y ninguno tiene privilegios”.
En ese contexto, sostuvo que “la libertad de expresión debe ser respetada no solamente para los que critican, insultan y agravian” al Gobierno sino también para los que piensan de otra manera “porque en eso radica la libertad”, en que todos puedan hablar.
“La libertad de expresión es para los 40 millones de argentinos, incluida la Presidenta”, dijo la Mandataria. “Es –siguió- como si yo dijera que los jueces y fiscales solo deben hablar por sus sentencias y dictámenes , pero los habrán escuchado todos los días hablar de lo que piensan y lo que se les ocurre y están en todo su derecho”. Al respecto, manifestó: “yo voy a hablar todas las veces que quiera hablar” porque como dice el Artículo 16, el más importante de la Constitución: “Todos los argentinos somos iguales”.
“En Argentina todo tiene que ver con todo –destacó Cristina Fernández- y si estamos con estos niveles de agresión a mi persona, yo estoy dispuesta a seguir aceptándolo y no me voy a mover ni un milímetro de lo que pienso ni me van a amargar”.









