
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, convocó al Congreso de la República a sesiones extraordinarias desde el 6 de febrero hasta el 15 de marzo próximos, para dar trámite al Proyecto de Ley del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 ‘Todos por un Nuevo País’.
Las sesiones extras del Legislativo fueron convocadas por medio del Decreto 133 de enero de 2014, firmado por el Jefe de Estado y por el Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
La iniciativa prevé establecer las directrices y mecanismos para impulsar y fortalecer el desarrollo y progreso económico y social del país, a fin de estructurar vías de acción efectivas que determinen el futuro de la nación en este período.
El propósito del Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018: Todos por un nuevo país, es el de construir una Colombia en paz, equitativa y educada, tal y como la anunció el Presidente Juan Manuel Santos en su discurso de posesión, interpretando el sentir del pueblo colombiano.
El ejecutivo considera prioritario debatir los problemas de Colombia en materia de conflicto e inseguridad, pobreza, desigualdad, y formación de capital humano ya que son significativos y persistentes. Ante esto espera consolidar los logros en la materia que obtuvo en la primera década del siglo XXI y darle continuidad a los programas impulsados por Juan Manuel Santos en su primer período al frente del país entre 2010-2014.
“El crecimiento económico promedio en lo que va corrido de la segunda década de este siglo, 4,8%, es mayor que el promedio observado en las décadas de los años 1980 (3,5%), 1990 (2,8%) y 2000 (4,0%). La inversión como proporción del PIB ha alcanzado niveles históricamente altos, superiores al 30 por ciento. La inflación de 2013, 1,94% fue las más baja de los últimos 58 años. En los últimos cuatro años se generaron 2.5 millones de empleos con una importante reducción de la informalidad”, destaca el Gobierno colombiano.
Asimismo valora que el buen desempeño del mercado laboral y las políticas sociales del gobierno han reducido la pobreza en cerca de 10 puntos porcentuales. La desigualdad, aunque más lentamente, también ha empezado a ceder. Y los principales indicadores de violencia, como los homicidios y los secuestros, siguen a la baja.









