La operación comenzó tras conocer la información aportada por las autoridades de Rumanía sobre varios ciudadanos de ese país residentes en España que, al parecer, se dedicaban a la falsificación y uso fraudulento de tarjetas bancarias. Con las primeras pesquisas se averiguó que el grupo estaba dirigido por cinco ciudadanos rumanos que presuntamente se encargaban de la obtención de los datos de las tarjetas que después transferían a otros soportes. Una vez clonadas eran empleadas para realizar compras ficticias en establecimientos conniventes que colaboraban activamente con la banda, o bien para adquirir artículos de alto valor en diferentes comercios.
Reparto de beneficios al 30-70%
El modus operandi consistía, en primer lugar, en conseguir datos de tarjetas de crédito procedentes de distintos países extranjeros para evitar ser detectados con rapidez. Los datos de las tarjetas bancarias procedían principalmente de China, pero también de diferentes países de América, Asia y Europa. Después duplicaban en nuestro país las tarjetas y a continuación realizaban compras ficticias en varios establecimientos colaboradores que aportaban sus datafonos. El valor de la compra fraudulenta era ingresado en una cuenta asociada al TPV cuyo titular era el propietario del establecimiento. Posteriormente se repartían los beneficios obtenidos, entre el 10-30% para el comerciante y 90-70% para los dirigentes de la organización.
La operación ha culminado con la detención de 17 individuos implicados en la trama, entre los que se encuentran los principales cabecillas de la banda. No se descartan nuevas detenciones. Además se han realizado 5 registros en Madrid y provincia donde se ha desmantelado un laboratorio preparado para falsificar tarjetas de crédito y se ha incautado un ordenador, dos lectores de tarjetas, 85 tarjetas plastificadas y diferente material y efectos destinados a realizar este tipo delictivo.
Los investigadores han detectado el uso de unas 400 tarjetas falsificadas que con las que habrían obtenido 400.000 euros de forma fraudulenta.
La operación se ha llevado a cabo por agentes de la Sección de Medios de Pago, perteneciente a la Brigada de Delincuencia Económica y Fiscal de la UDEF Central, Comisaría General de Policía Judicial en colaboración con agentes de la Policía de Rumanía.