Apertura en la isla

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Interpretación gráfica de José Luis Rondán
Interpretación gráfica de José Luis Rondán
Hace unos días recibíamos la noticia no menor, de que el gobierno de EEUU comenzaba un proceso de acercamiento a la Isla de Cuba, por lo que antes de abordar y emitir una opinión acerca del tema es importante hacer una breve reseña para ilustrar al lector acerca del proceso que llevó a tan importante bloqueo de carácter comercial, financiero, y económico.
Recordemos que a raíz de la cruel revolución armada liderada por FIDEL CASTRO, al frente de su movimiento 25 de Julio, el 1ro de enero de 1959 es derrocado el Presidente cubano Fulgencio BATISTA.
Dadas las características de dicho movimiento armado y la virulencia demostrada contra todo aquello que representaba el capitalismo y de alguna manera para hacerse de las simpatías de la URSS, el nuevo gobierno popular da inicio a un sinfín de expropiaciones de bienes extranjeros, primordialmente norteamericanos, por lo que la respuesta no se hizo esperar, hasta que en Octubre de 1960 se inicia el bloqueo en cuestión, el cual en primera instancia deja afuera los productos médicos y alimenticios, aunque en 1962 la medida cobra otra fuerza y son incluidos estos elementos.
El motivo del bloqueo era hasta que la Isla iniciara un franco proceso de democratización y demostrara más respeto hacia los DD.HH.
Si bien Cuba es vecina de un poderoso y riquísimo vecino, fue paleando la situación a instancia de Rusia, China, Venezuela, etc. aunque hoy día podemos apreciar el estado ruinoso de sus edificios o la antigüedad manifiesta de su parque automotriz o la necesidad de manejarse para la distribución de alimentos y medicamentos con cartillas de racionamiento que establece cantidad y tipo de alimentos por persona o familia.
Durante el año 1996 las medidas de restricción adquieren nuevas fuerzas a través de la Ley Helms –Burton Act. La cual prohíbe hacer negocios dentro de la Isla.
El año 1999 el Presidente CLINTON prohíbe el funcionamiento de las filiales extranjeras de compañías estadounidenses, aunque al año siguiente atenúa las medidas permitiendo la venta de algunos productos.
Durante todo el proceso dicha medida fue condenada más de veinticuatro veces por ONU, aunque la misma siempre fue apoyada por los votos de los cubanos del exilio, habitantes en La Florida.
La noticia a que hacíamos referencia al inicio de la nota nos decía justamente que el día 17 de diciembre de 2014, en reunión mantenida por los Presidentes Barack OBAMA de EE.UU. y Raúl CASTRO de Cuba, se había acordado la flexibilización de la medida mejorando las relaciones políticas, sociales y económicas entre ambos Estados, aunque por ahora los EE.UU. no otorgan créditos al Gobierno de la Isla, lo que la obligará a pagar todo aquello que importe, en un riguroso contado.
Así están dadas las cosas y somos testigos de nuevos cambios en el contexto Continental para bien, creo, del sufrido pueblo cubano quien de la mano férrea de los hermanos Castro, se lanzaron al camino social y político en procura del Hombre Nuevo, aunque la utopía se fue desluciendo con el tiempo y el adalid del hombre distinto fue envejeciendo, porque así es la maldita biología, y las mentes se fueron anquilosando y las articulaciones ya no fueron las mismas de las sierras y al decir de un exlegislador de una importante fuerza política de izquierda de mi país, estuve en Cuba y no pude ver al hombre nuevo, lo que le valió no pocas críticas, porque el hombre nuevo estaba allí, a la vuelta de la esquina, apenas había que observar para verlo andar por la Habana, por Matanzas, Pinares del Río, Santiago o Santa Clara.
Mucha agua ha corrido bajo el puente y muchas vicisitudes han pasado hombres y mujeres cubanos producto del ejercicio de un enquistado poder sin ánimo de renovación, viciado de tanto encierro, portador de una doctrina pacata y perimida, testigo no pocas veces de los tristemente balseros quienes en su afán de no dejar apagar la flama de la libertad que aun hacía por destellar en sus corazones, se lanzaban al mar a lo que fuera, olas, tiburones, vientos, guardacostas, la premisa era la libertad, derecho inalienable, aunque con ello se ganaran el título de gusanos.
Hemos sido testigos de todo el proceso, desde la luna de miel y el mágico encantamiento de una promesa por venir, la imagen de los héroes barbados bajando desde las sierras con sus M1 en la mano, señal de victoria, la adhesión de artistas e intelectuales, corrientes políticas y revoluciones exportadas desde la Isla, doctrina, movilizaciones, dictaduras, decrepitud, vejez, crueldad, prisión, más doctrina, quietud extrema, enfermedad del sistema, angustia por no poder salir, tristeza por no poder entrar, atisbo de apertura…
Debemos estar atentos, las conversaciones en pro del desbloqueo están planteadas y hay una puerta que se entorna, que quiere abrirse; los Castro no son eternos, (Gracias a Dios), y hay un mundo por descubrirse entre ambos Estados, hay un mundo de relaciones por madurar, por organizar, para bien de la gente que es en definitiva la destinataria, tanto de los aciertos como de los desvaríos de sus dirigentes.
Hay un portal que rechinando quiere dejar paso a ambos mundos encontrados, en apariencia diferentes, pero no tanto, debiendo tener cuidado porque cuando algo se abre, cuando algo permite el paso, tanto sale como tanto entra y nunca sabemos a ciencia cierta que saldrá o que entrará, pero son los riesgos.
Escuché hace algunos días que algunos empresarios norteamericanos exigirían el resarcimiento económico por las pérdidas sufridas tras cincuenta años de expropiación, también he escuchado de boca de un cubano amigo mío, que no quería ni pensar en una apertura en cuanto a los laberintos legales que habrían de presentarse ante las autoridades, pues mucha gente debió dejar sus propiedades, pasadas éstas a manos de la guerrilla gobernante y de haber un nuevo orden, alguien querrá recuperar dinero perdido, alguien querrá recuperar lo de sus padres, lo de su familia y alguien dirá que se ha ganado el derecho a estar allí y habrá que dirimir y habrá que legislar y tendrán que pactar para hacer viable la existencia de todo ese pueblo que espera, que hace cincuenta años que espera.
Seguramente el desbloqueo es sólo el principio, aunque Raúl CASTRO expresó que no renunciarían al sistema socialista instaurado en la Isla, pero quien sabe, quizás algún día el Todopoderoso, creador de esa maravilla caribeña, dador del increíble carácter de los cubanos, se acordará que hay un sentimiento llamado libertad y que también puede ser dado a esos queridos americanos que tanto han debido pasar por la persistente, tenaz y tozuda determinación de sus líderes de seguir montados en el autito de los deseos, aunque parece que nadie les avisó que hace rato se les termino el boleto.
¡VIVA CUBA!