La Habana: las Farc niegan que cometieran crímenes de guerra o de lesa humanidad

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Foto: Farc-EP
Foto: Farc-EP
Este sábado, en el marco de las conversaciones de paz de La Habana, que comenzaron en noviembre de 2012, entre el gobierno de Colombia y la guerrilla; el comandante ‘Pablo Catatumbo’ de las Farc-EP, en la lectura de un comunicado, ha negado que que el grupo de guerrilleros haya cometido “crímenes de guerra o de lesa humanidad”.
“Evidentemente nuestras responsabilidades no son en ningún caso por la comisión de crímenes de guerra o de lesa humanidad, y ello se acredita atendiendo a que cuando en algunas de nuestras acciones militares realizadas durante el conflicto se han causado víctimas no combatientes, ello nunca se ha debido a la perpetración de ataques intencionados contra la población civil, sino debido a situaciones imprevisibles en unos casos y también a errores desafortunados en otros, ocasionados siempre por un accionar armado en situación de tremenda desventaja militar respecto a nuestros adversarios”.
Más adelante, ‘Pablo Catatumbo’, leyó: “Si una organización guerrillera y popular como la nuestra hubiera diseñado y ejecutado estrategias de persecución sistemática a la población civil, inmediatamente habríamos confrontado con los amplios sectores populares cuyo apoyo nos es imprescindible para seguir existiendo. Las acusaciones contra la FARC-EP de haber cometido crímenes sistemáticos contra la población civil, es difícilmente conciliable con el hecho de que hayamos resistido ya por más de medio siglo a la mayor maquinaria militar de América Latina y al poderío militar de la potencia hegemónica, los EE.UU. Dicha resistencia, nuestra existencia y nuestros muchos avances a lo largo de todo el territorio nacional, no serían hoy una realidad si hubiéramos desarrollado las supuestas estrategias criminales de las que se nos acusa. De ser ello cierto, sin duda nos habría hecho perder todo el apoyo de los amplios sectores populares que sustentan nuestra lucha”.
la versión del guerrillero, difiere de las acusaciones de la población civil, donde en muchas ocasiones los pobladores de las zonas en conflicto, fueron amedrentados y obligados a través de la fuerza, la intimidación y las amenazas de muerte a guardar silencio sobre las acciones de las Farc.