
“Brasil cree que sus prácticas comerciales están de acuerdo con las reglas multilaterales, y estamos confiados en la solución de la diferencia”, declaró Godinho refiriéndose a la queja presentada por la UE contra Brasil ante la OMC el viernes pasado (31). En ella, el bloque económico considera que el país promueve la discriminación comercial, y expresa su descontento por la diferencia en las tarifas sobre productos industriales nacionales e importados.
Uno de los principales puntos cuestionados por la UE es la diferencia de 30 puntos porcentuales en el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) que grava a los vehículos importados en comparación con los automóviles ensamblados en Brasil. El grupo también mencionó los impuestos sobre los teléfonos inteligentes, que hacen que estos resulten un 50% más caros en Brasil que en la mayoría de los países del mundo, aunque los fabricantes brasileños de productos de tecnología se beneficien de reducciones de impuestos.
Agencia Brasil









