
Ante esto los Países Miembros de la OEA resaltaron, durante la segunda plenaria de la XLVI Asamblea General Extraordinaria, que se realizó en Ciudad de Guatemala, Guatemala, la necesidad de alcanzar consensos en la política hemisférica de drogas de cara al Siglo XXI, para hacer frente a este problema, y asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas que debatirá el tema en 2016 “con una sola voz”.
Las declaraciones se entregaron en torno a la sesión del organismo internacional que debate el tema general denominado “Por una política hemisférica de drogas de cara al siglo XXI”, que fue convocada en marzo de 2014.
El objetivo del encuentro de la OEA, realizado este viernes en Guatemala, fue dar cumplimiento a las disposiciones de la “Declaración de Antigua Guatemala: Por una política integral frente al problema mundial de las drogas en las Américas”, establecida en junio de 2013.
La resolución, titulada “Reflexiones y lineamientos para formular y dar seguimiento a las políticas integrales frente al problema mundial de las drogas en las Américas”, reconoce la importancia de la implementación de las tres convenciones sobre drogas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que constituyen el marco del sistema internacional de fiscalización de drogas, y la necesidad de que los Estados consideren “revisar periódicamente las políticas sobre drogas adoptadas, con el objeto que éstas sean integrales y centradas en el bienestar de la persona para hacer frente a sus retos nacionales y evaluar su impacto y efectividad”.
En este sentido las autoridades regionales reafirmaron la importancia de la cooperación hemisférica e internacional, para conjuntamente hacer frente al problema mundial de las drogas, promoviendo y fortaleciendo políticas integrales y, cuando corresponda, la modernización y profesionalización de las instituciones de gobierno.
Asimismo instan a desarrollar, de conformidad con la realidad de cada Estado, respuestas ante los nuevos retos en torno al problema mundial de las drogas, además de promover, de acuerdo con las circunstancias, un equilibrio entre las acciones de seguridad ciudadana, salud pública, derechos humanos, y reconstrucción del tejido social, con el fin de alcanzar el bienestar del individuo y su entorno.
En esta línea la OEA alienta a los Estados Miembros a desarrollar o adoptar políticas y programas con un enfoque integral, fortalecido, equilibrado y multidisciplinario, que tengan un impacto concreto en la solución del problema mundial de las drogas.









