Nicolás Maduro, calificó a los obispos como nuevos inquisidores en Venezuela, debido al ataque -que según él- emprendieron contra la militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, María Estrella Uribe, quien leyó el Chávez Nuestro.
“Como muchos poetas tomó la forma del verso del Padre Nuestro, que es de todos, y le dio forma para expresar su amor a Chávez. Ahora han salido algunos de estos obispos como dueño de una verdad inquisitorial, la nueva inquisición ha surgido a masacrar a esta humilde mujer y a decir que casi cometió un pecado”, expresó Maduro desde el estado Carabobo, según informa el portal oficial AVN.
“Señores de la inquisición, exijo respeto a la libertad de creación de Venezuela, al espíritu creador. Ya basta de tanta persecución contra Chávez, ya basta de tanta persecución contra todo el amor que tiene un pueblo por Chávez”, demandó.
La prepotencia de Nicolás Maduro y sus acólitos obsecuentes hasta el hartazgo, ya resulta intolerable y tratan de ofender a quienes no les acompañan en el fanatismo desenfrenado en el que están embarcados.
Desde luego que el régimen chavista que no respeta los derechos individuales, menos va a respetar los derechos intelectuales y Maduro en el colmo del delirio dice: “exijo respeto a la libertad de creación de Venezuela, al espíritu creador”, sin darse cuenta que no hay creación alguna, están plagiando el Padre Nuestro y ofendiendo a todos los católicos con esa acción. Los que ofenden a Chávez son ellos mismos que no tienen además la capacidad intelectual de crear un poema original para homenajear a su líder.
El gobierno chavista avasalla con su ya reconocida prepotencia y se cree dueño de la verdad absoluta. El Padre Nuestro debe ser respetado como oración de una colectividad como la católica, que no merece esta burla.
Seguramente Maduro no tiene presente esta frase de Simón Bolivar: “Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos”, o esta otra: “Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos”. Lo dijo Bolivar, pero estas frases nunca las repiten.
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