
Tras recibirse aviso en el buque oceánico Río Miño de la Guardia Civil desde una aeronave de la Guardia di Finanzas italiana, participando la localización de una embarcación deportiva, ocupada por dos personas en aguas internacionales en dirección a las costas españolas, en cuya cubierta se observaban varios bultos con envoltura semejante a la utilizada habitualmente para el transporte de hachís.
Los responsables del buque de la Guardia Civil, ordenan corroborar la información recibida, arriando las dos embarcaciones semirígidas auxiliares de las que disponen.
Cuando los tripulantes de la embarcación recreativa se percatan de la aproximación de los agentes, inician huída a gran velocidad, llegando a utilizar un motor auxiliar de gran cilindrada, al tiempo que arrojan al agua varios de los bultos que transportaban en cubierta.

Ante esta situación, los agentes optaron por llevar a cabo el abordaje de la embarcación tras varios minutos de persecución y acometidas continuas. Una vez abordada, los tripulantes de la embarcación recreativa, recibieron a los agentes con puñetazos y empujones, por lo que los Guardias Civiles procedieron a la inmediata detención de los mismos.
Seguidamente, se procedió por la otra embarcación auxiliar de la Guardia Civil a la recuperación de los fardos arrojados al mar, pudiendo recuperar 13 fardos de arpillera conteniendo hachís.
La embarcación intervenida es de bandera española y está domiciliada en Melilla, teniendo las placas identificativas borradas intencionadamente, estando equipada con un motor fueraborda exterior de gran cilindrada.









