La idea de Vázquez era reeditar lo que en 2004 le dio un buen resultado, llevar a los uruguayos radicados en Argentina a votar en esas elecciones. En esa ocasión logró conseguir asueto para sus compatriotas y rebajas en las tarifas para la compra de billetes en la compañía naviera Buquebus. En ese año consiguió todo eso y el caudal de votos de la diáspora le ayudó a obtener el triunfo.
Hoy- el exmandatario uruguayo- intenta hacer lo mismo y ya tendría el compromiso-según él- de los gobernadores provinciales, Daniel Scioli (Buenos Aires) y Antonio Bonfatti (Santa Fe), quienes darían asueto los orientales para ir a sufragar a su país en octubre.
Pero el caso podría ser muy distinto en la intención de voto de varios de sus compatriotas, quienes luego de dos administraciones de la fuerza de izquierdas-primero con Vázquez y hoy con Mujica-han cambiado la percepción sobre a quien darle su sufragio.
En Uruguay, las encuestas ya marcan un pronunciado descenso del Frente Amplio que baja al 39%, mientras que el opositor Partido Nacional crece al 32% y el Partido Colorado obtiene el 15%
En Argentina, parecería que parte del encanto por Vázquez ha cedido. Los errores del gobierno frenteamplista hacen mella y a algunas promesas incumplidas, se le suman los casos como el escándalo de Pluna, el asunto de corrupción de los servicios de salud por ASSE, el tema de los Casinos Municipales, las sospechas de Ancap, hacen prever que estos temas le pasarán factura al candidato.
Este corresponsal ha conversado con algunos uruguayos que residen en Argentina, donde algunos-los menos- aseguran que volverán a votarlo; pero muchos más- que reconocen haberle votado en 2004- afirman que no lo harán nuevamente.
Esto no quiere decir mucho, ni anticipar una derrota, pero cuando el río suena…