
El Obispo de Roma manifestó que el joven agricultor testimonia esto con su decisión de estudiar en la Universidad para trabajar la tierra por vocación. Y afirmó que permanecer como campesinos sobre la tierra no es estar fijo, “tiene que hacer un dialogo creativo del hombre con su tierra, que la hace florecer, y la transforma para todos nosotros en fecunda”. Custodiar la tierra para que dé fruto sin ser explotada es uno de los más grandes desafíos. Nuestro pecado es explotar la tierra.
Otro desafío, explicó el Sucesor de Pedro, es el que expresó esta madre obrera. Su llamada es por el trabajo y por la familia. Se trata de conciliar el trabajo con la familia. En el confesionario pregunto cuando viene un padre una madre ¿pierdes el tiempo jugando con tus hijos?, relató. “La situación económica nos empuja a dejar esto de perder el tiempo con la familia… Este punto nos permite discernir la cualidad humana del sistema económico en el que nos encontramos.
El domingo libre del trabajo no interesa solamente al creyente, interesa a todo como elección ética, este espacio de la gratuidad para estar con la familia, los amigos. El Dios que rompe los esquemas, el Dios de la libertad, lo hace para que seamos más libres, según apunta en un artículo el jesuita Guillermo Ortiz de Radio Vaticana.
“No poder llevar el pan a casa quita la dignidad”
El Papa en su discurso a los trabajadores en la Universidad de Campobasso dijo también:
Queridos amigos, hoy me gustaría unir mi voz a la de muchos trabajadores y empresarios de este territorio pidiendo que pueda implementarse también un “pacto para el trabajo”. He visto que en Molise se está tratando de responder al drama del desempleo uniendo fuerzas de una manera constructiva. Muchos puestos de trabajo podrían ser recuperados a través de una estrategia acordada con las autoridades nacionales, un “pacto para el trabajo” que sepa aprovechar las oportunidades ofrecidas por las normas nacionales y europeas. Los animo a seguir adelante en este camino, que puede traer buenos frutos aquí, así como en otras regiones”.
Luego se ha referido a la dignidad: “No tener trabajo no es sólo no tener lo necesario para vivir: no. Podemos comer todos los días: vamos a Caritas, vamos a esta asociación, al club, vamos allá y nos dan algo de comer. Pero ese no es el problema. El problema es no llevar el pan a casa: ¡esto es grave, y esto quita la dignidad! Esto, nos quita la dignidad. Y el problema más grave no es el hambre. El problema más grave es la dignidad. Por esto tenemos que trabajar y defender nuestra dignidad, que la da el trabajo”.









