El Presidente Salvador Sánchez Céren expresó la necesidad de establecer una reforma fiscal en el país, que genere los recursos financieros necesarios para impulsar el desarrollo económico y social de El Salvador.
En este sentido el jefe de Estado explicó que la iniciativa no afectará a los sectores más pobres del país y permitirá recaudar unos 250 millones de dólares anualmente, ya que se fortalecerá los pilares básicos del sistema impositivo para lograr mayores niveles de recaudación y se equipare con el promedio de los países latinoamericanos.
Asimismo argumentó que otro de los beneficios de esta reforma es establecer mejores mecanismos para evitar la evasión fiscal, el contrabando y los privilegios fiscales, entre otras características.
“La reforma fiscal implica, entre otras cosas, crear una ley de impuestos a las operaciones financieras que permitiría obtener fondos mediante el pago de una tasa de 0.25% por pagos de 750 dólares mediante cheques o transferencias electrónicas”, dijo Sánchez Céren, agregando que si se hace una transferencia de 2000 dólares, se deberá pagar 5 dólares por esa transacción.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, explicó que también los bienes gravados serán casas de habitación, predios baldíos, lotes y terrenos urbanos, además no están contempladas las tarjetas de débito en estas reformas sugeridas, y que más 200 mil contribuyentes que ganan menos de $500 al mes también están exentos de los efectos de estas reformas, como lo están, incluso, algunas actividades del sector productivo.