Las ofensas de los políticos

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Uno ya no entiende que la fragilidad de la memoria de los políticos pretenda hacernos creer cosas que no son ciertas y que están a la vista de todos. En realidad son ofensas a la gente.
En España, Rodríguez Zapatero ha reaparecido en un mitin en Galicia acompañando a José Blanco y habló…intentando nuevamente de tratar al electorado como seres a los que un día se les dice una cosa y al siguiente otra y nadie se da cuenta.
Después de la crisis en que dejó a España, viene a dar consejos y opiniones. Ni siquiera recuerda que se tuvo que ir antes, porque su administración de gobierno había fracasado.
En el colmo del surrealismo dijo sentir “una cierta decepción por como se conduce el debate de estas elecciones por parte del Gobierno” y es que según ha dicho, los socialistas “nunca apostaremos por que se tuerzan las cosas” y lo expresó sin siquiera sonrojarse por la barbaridad que estaba diciendo.
El expresidente critica que el PP centre la campaña en recordar ‘el pasado reciente’ y señala que ‘Lo peor que llevan de la herencia es que se acuerdan de la derrota’.
Decepción e impotencia es lo que han sentido los españoles cuando él se fue del gobierno y merecería que guardara silencio por respeto a los millones de desempleados que dejó su gestión.
La frágil memoria le hizo olvidar cuando congeló las pensiones de los españoles y se cargó el cheque bebé, entre otros recortes.
A Zapatero le convendría recordar una frase de Sofocles: “Quien no haya sufrido como yo que no me dé consejos” y el pueblo español si que ha sufrido en los últimos años.
En el mitin volvió a hablar del talante, le pidió respeto a Alberto Núñez Feijóo para los votantes socialistas y se olvidó de pedirle respeto a Elena Valenciano y a Rubalcaba por la enconada serie de agravios que lanzan a los populares.
¿Realmente los políticos piensan que el pueblo es tonto? Sinceramente si alguno piensa que uno es un imbécil, me sentiría mejor que lo pensara algún estadista de reconocidos méritos y no Zapatero ya que sería una ofensa que el expresidente piense que es más inteligente que un votante.