La Policía Nacional de Colombia puso fin a un engaño, y a uno de los factores de perturbación en la comuna 14 de Cali (Valle del Cauca). Alias “Don Memo” y “Pecas”, cabecillas de la banda de delincuentes “La libertad”, se presentaban ante la comunidad como promotores deportivos, convencían a los jóvenes de vincularse a programas de fútbol, pero en realidad los inducían al mundo del sicariato y del hurto.
Investigadores de la policía identificaron los roles de la organización y a todos sus integrantes. Nueve fueron capturados, tres más se notificaron en centros carcelarios y dos adolescentes quedaron a órdenes de un juez de infancia y adolescencia. Deberán responder por los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio, tráfico, fabricación y porte ilegal de armas de fuego; microtráfico y explotación de niños y adolescentes en actividades ilícitas.
La banda “La Libertad” es señalada de 15 homicidios selectivos en Cali, Tuluá y Bugalagrande (Valle del Cauca). También tiene denuncias por asaltar con armas de fuego a los transeúntes en zonas concurridas y comerciales. La mayoría de sus acciones delictivas incluían la instrumentalización de menores de edad.
Entre los capturados están: alias “Pecas” y alias “Don Memo”, los presuntos encargados de reclutar adolescentes, quienes con la aspiración de convertirse en figuras del fútbol caleño, se inscribían a la supuesta academia, pero recibían una capacitación distinta. Eran instruidos en manejo de armas y obligados, con amenazas de muerte, a delinquir a cambio de ayudarles a cumplir sus sueños deportivos.
Otros de los detenidos, alias “Pescado”, “Camilo” y “La Chanda”, son acusados de conseguir pistolas, manipular a los jóvenes y definir los objetivos que debían asaltar. A ellos les fueron imputados los homicidios de un soldado bachiller adscrito a un batallón en Villavicencio (Meta), y el de un adolescente de 16 años, quien aparentemente no accedió a las presiones.
El grupo de jóvenes instrumentalizados, acudía a las redes sociales de internet para publicar fotografías y detalles de las labores delictivas a las que eran sometidos. Muchos de ellos posaban con revólveres y en medio de frases amenazantes.
La Policía Nacional orienta las labores investigativas a identificar cuántos menores cayeron en la trampa infame de esta estructura criminal, para establecer contacto y vincularlos a programas de infancia y adolescencia, con el fin de restablecer sus derechos.
La organización delictiva era conocida como “La libertad”, porque asumió el mismo nombre de la cancha de fútbol del barrio Alfonso Bonilla Aragón, donde instaló la fachada con la que engañaban a los adolescentes y concentraba la venta de estupefacientes en pequeñas cantidades. En el prontuario de varios de los integrantes, aparecen vínculos con la banda criminal “Los Eastrojos” en el Norte del Valle.












