
La presidenta de ese Comité, Kristen Sandberg, afirmó que al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño, la Santa Sede debe ponerla en práctica en el territorio de la Ciudad del Vaticano y hacer que la cumplan todas las personas e instituciones subordinadas a ella en el mundo.
En declaraciones a la prensa en Ginebra, en las que informó de las observaciones finales de la última sesión del Comité, Sandberg expresó varias preocupaciones con respecto a la Santa Sede, entre ellas el abuso sexual de más de 10.000 niños en todo el mundo.
“La Santa Sede sistemáticamente ha puesto la preservación de la reputación de la Iglesia y la protección de los autores de los abusos por encima del mejor interés de los menores. La Iglesia ha impuesto un código de silencio a los niños y la presentación de informes a las autoridades policiales y judiciales nacionales nunca ha sido obligatoria”, dijo la presidenta del Comité.
Añadió que esas prácticas han contribuido a la permanencia de abusos y a la impunidad de los perpetradores.
Entre otras sugerencias, el Comité recomendó al Vaticano que se compense a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por individuos e instituciones bajo su jurisdicción.
La respuesta del Vaticano
La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha emitido un comunicado sobre el informe dado a conocer este miércoles por el Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños:
“El Comité para los Derechos de los Niños, al final de su LXV sesión, ha publicado sus Observaciones Conclusivas después de haber examinado los Informes de la Santa Sede y de cinco Estados Parte de la Convención sobre los Derechos de los Niños (Congo, Alemania, Portugal, Federación Rusa y Yemen).
Según los procedimientos particulares previstos para las Partes de la Convención, la Santa Sede toma acto de las Observaciones Conclusivas sobre los Informes propios, que serán sometidas a detallados estudios y exámenes con pleno respeto de la Convención en los diferentes ámbitos presentados por el Comité según el derecho y la praxis internacional así como teniendo en cuenta el debate público interactivo con el Comité que tuvo lugar el pasado 16 de enero de 2014.
La Santa Sede, lamenta, sin embargo, ver en algunos puntos de las Observaciones Conclusivas un intento de interferir en la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la dignidad de la persona humana y en el ejercicio de la libertad religiosa.
La Santa Sede reitera su compromiso en la defensa y la protección de los derechos de los niños, en línea con los principios promovidos por la Convención sobre los Derechos de los Niños y según los valores morales y religiosos que ofrece la doctrina católica”.
Por su parte, Silvano Maria Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, ha expresado en una entrevista con Radio Vaticana que “El documento de la ONU no parece estar al día” y que los hechos no deben deformarse.
Afirmó que la iglesia llevará a fondo la “política de transparencia” y la “no tolerancia” ante los casos de pedofilia.
También remarcó la contradicción del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño que habla de “la defensa de la vida y de la protección de los niños antes y después del nacimiento”, pero luego recomienda a la Santa Sede “cambiar su posición sobre el aborto”.









