Esta última aclaración la reiteró debido a las expresiones del ministro de Defensa de ese país, Agustín Rossi, que afirmó en una entrevista que “La Argentina, antes, era un país de tránsito, no era un país de consumo. Hoy esa situación ha cambiado: la Argentina es un país de consumo y, lo que es más grave, también es un país de elaboración”.
Esto causó revuelo en filas kirchneristas y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, salió a desmentir al ministro Rossi señalando que “en la Argentina no se produce droga”.
Esta contradicción entre los dos funcionarios, ha generado el pedido de la oposición para que ambos vayan al Congreso a explicar lo que asegura cada uno.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, con su intento de explicación tampoco arroja demasiada luz sobre la controversia al expresar algo que termina por confundir más: “No ha habido contradicción entre el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sino una interpretación diferente desde el punto de vista de su opinión”.
¿Claro y concreto? No, para nada.
Aquí no hay dos opiniones; si el ministro de Defensa dice que argentina es un país de elaboración de drogas y el secretario de Seguridad asegura que no. ¿A quién creerle?