Cuando se habla de igualdad sin exclusiones de raza, religión o sexo se debe tener cuidado en no caer en el sectarismo propio de la no integración que escapa del derecho inalienable de que todos somos iguales.
Esto parece ocurrir no solo en este caso, sino en varios ejemplos que demostrarían que en realidad no todos somos iguales. Si se busca integración no debería sectorizarse al colectivo gay bajo la denominada 4ª edición de FITUR GAY (LGBT).
¿Por qué no un turismo para todos, igualitario y sin distinciones de las preferencias sexuales? ¿Acaso son diferentes? Si se busca la igualdad, este no es el camino. No hay que ser adivino para vaticinar que si a alguien se le ocurriera realizar el encuentro del turismo heterosexual, desde varias organizaciones saldrían públicamente a acusarles de homófobos.
Los colectivos de gays, lesbianas y transexuales abogan por sus derechos, matrimonio igualitario, adopción y otras reivindicaciones que no marquen las diferencias ni estigmaticen a nadie por su sexualidad y eso está muy bien.
Pero luego aparecen estas acciones donde el propio colectivo se aisla del resto de la sociedad con un turismo solo gay, que termina marcando las diferencias, que por otro lado se quieren evitar.
En el portal de Fitur se anuncia: “Esta área expositiva de la Feria nació con el objetivo de dar a conocer el importante segmento GAY -LGBT- (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) y sus particularidades en cuanto a la oferta y demanda turística se refiere. Cada año vamos ampliando, potenciando e internacionalizándonos y en la actualidad somos un evento de referencia dentro de las principales ferias de turismo internacionales.
FITUR GAY LGBT 2014 volverá a ser un área completamente independiente y diferenciada de otros sectores de la Feria, ubicándose en el pabellón 3 (América)”.
La definición que se menciona más arriba es clara: “un área completamente independiente y diferenciada de otros sectores de la Feria”.
Lo del título del artículo: las diferencias son inexplicables. Es como aquello de “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, o simplemente definirlo como: “igualdad si, pero hasta cierto punto”.












