Previamente el senador del opositor Partido Colorado, Pedro Bordaberry hizo una comparación sobre el camino que ha emprendido la izquierda uruguaya: “Antes se marchaba con el Che por la tierra. Hoy se marcha con Rockefeller y Soros por la marihuana”, dijo en alusión a que Rockefeller y Soros, manifestaron estar de acuerdo en la legalización de esta droga e incluso Soros se ofreció a participar economicamente de este “experimento de laboratorio” para el mundo, como lo definió el presidente José Mujica. La oposición señaló que los ciudadanos uruguayos serán utilizados como “conejillos de Indias” por el gobierno para satisfacer intereses de empresarios extranjeros. El senador Bordaberry agregó, “Cuánto cambió el mundo. Que el gobierno del Frente Amplio proponga una ley financiada por Soros”, subrayó.
Legisladores de la oposición expresaron que el proyecto empeorará resultados educativos y transformará a Uruguay en un país de difusión regional.
El senador Jorge Larrañaga dijo que “La ONU ya mostró su preocupación por la violación a tratados de control de drogas”; El expresidente Luis Alberto Lacalle, expresó “Los experimentos se realizan con una muestra y, en este caso, la muestra es toda la población”, remarcó.
El turismo de la droga
La normativa del gobierno uruguayo contiene errores que parecen difíciles de corregir. La marihuana se comercializará en farmacias y se le venderá a exclusivamente a ciudadanos uruguayos que se encuentren inscriptos en el registro como consumidores. Según el gobierno esto hará que ningún extranjero pueda adquirirla, pero la verdad que es una ingenuidad pensar esa posibilidad, ya que cualquier uruguayo-no consumidor- podrá inscribirse para comprarla y luego venderla al turista extranjero.
Por otro lado los químicos farmacéuticos al frente de muchas farmacias han anunciado su “objeción de conciencia” si le obligan a vender marihuana.
La Asociación de Química y Farmacia del Uruguay apoya en todos sus términos las recomendaciones que la Federación Internacional Farmacéutica(FIP), le hizo llegar a través de una nota en donde señala su postura contraria a que las farmacias vendan marihuana, tal como prevé la ley y exhorta al gobierno a reconsiderar esa intención.
El secretario de la Asociación de Química y Farmacia de Uruguay dijo a radio Rural que “las farmacias comunitarias deben ser centros de salud y entregar marihuana con fines recreativos va a desvirtuar las características de esos lugares”, ”así como está prohibido vender cigarrillos y alcohol que no son productos para la salud, sería una situación paradojal que se consideren idóneas(las farmacias) como el lugar para vender marihuana”, explicó.
La imagen del país
Este martes la Unión Europea ha presentado el informe “Análisis situacional del narcotráfico. Una perspectiva policial”. Esta publicación, enmarcada en el proyecto AMERIPOL-UE y gestionada por la FIIAPP, analiza la situación de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú en cuanto al tráfico de drogas hacia Europa y su creciente relación con el crimen organizado y el blanqueo de capitales.
Si bien Uruguay hasta ahora no era considerado como país productor de drogas, el solo hecho de haber liberalizado el consumo y el autocultivo de la marihuana y, por más que se asegure que será utilizada dentro del país, estigmatizará a los ciudadanos a la hora de traspasar fronteras y según una fuente europea, hará que se le preste más atención al viajero procedente de Uruguay y a su equipaje, como se hace con otros países latinoamericanos que tienen problemas con las drogas.
Aunque nadie viaje con cannabis en sus maletas, igual serán observados y revisados por la simple sospecha de venir de un país donde la marihuana es legal. Si algún desprevenido viaja al exterior con una pequeña cantidad para consumo personal, de nada le valdrá justificar, “en mi país es legal” y deberá pagar las consecuencias de acuerdo a las leyes de ese país.
Si antes era difícil explicarle a un inspector de aduanas europeo que la yerba para el mate que algún uruguayo llevaba en sus maletas, era una bebida tradicional del país y que no es una droga; imaginen ahora con la estigmatización por la marihuana.
Opinión
