Hay que entender a los familiares de las víctimas del terrorismo cuando exigen que los colectivos defensores de los criminales de ETA, no hablen de derechos humanos y libertades cuando los etarras nunca los respetaron.
Uno siente vergüenza ajena cuando estos grupos proetarras hablan con tanta liviandad y piden apoyo para los terroristas presos, fin de la dispersión y otras reivindicaciones dentro de lo que catalogan como respeto a los derechos humanos.
No deja de ser una burla a las víctimas y a sus familias que nunca recibieron esos derechos de parte de la banda criminal.
Entonces…¿Cómo pueden exigir algo que los terroristas nunca dieron?
El colectivo defensor de los presos etarras, Tantaz Tanta, que surgió luego de la suspensión de actividades del movimiento Herrira, pretende bregar por los derechos de los y las presas políticas vascas y las personas exiliadas, bajo la consigna: “Tantaz Tanta itsasoa gara” (Gota a gota somos mar).
En su portal web, este grupo expresa que “esta iniciativa no nace para prestar apoyo o cobertura política a las personas presas o exiliadas. Nuestro mar se basa en el respeto a los derechos humanos, y en la convicción de que la resolución y la paz precisa de un camino de vuelta a casa para estas personas”, explican.
Lo que no aclaran es que, esos derechos humanos que exigen hoy, no servirán para traer de vuelta a casa a las víctimas de ETA, que murieron porque los etarras no respetaron los derechos humanos de los demás.
Para hablar y exigir la vigencia de esos derechos, los defensores de estos presos y presas, deberían pensar dos veces antes de decir tantas barbaridades, que ofenden a las verdaderas víctimas.
Opinión
