En masiva manifestación los defensores de Herrira y de la banda criminal ETA, marcharon este sábado por Bilbao en protesta a la operación policial desarrollada contra la plataforma de apoyo a los terroristas presos de ETA, Herrira, y también para pedir la liberación de los etarras que están en prisión.
Con indudable falta de respeto a las victimas de ETA, incluso a los niños que la banda asesinó, los convocantes han leído un comunicado en euskera y castellano, algo tan surrealista que termina provocando vergüenza ajena: “Lo diremos muy claro y lo repetiremos tantas veces como sea necesario. En este nuevo tiempo que anhelamos para nuestro país, no sólo queremos y exigimos que se respeten los derechos de las personas presas. Precisamente porque defendemos una paz justa, porque queremos cerrar heridas y abrir una nueva etapa de convivencia queremos en casa a todos los presos y refugiados políticos vascos”.
Después, el comunicado expone: “Se trata de algo primordial, básico y por eso estamos aquí. Los queremos en casa porque es justo y porque contribuirá al nuevo modelo de convivencia que queremos construir, en el que nadie sea perseguido por sus ideas y podamos curar las heridas del pasado”.
Se “olvidaron” de decir que los familiares de las víctimas de la locura de ETA también querrían tener en sus casas a sus seres queridos con vida, algo imposible, pero para los defensores de la muerte es más importante recuperar a los terroristas y con esto “curar las heridas del pasado”. Así de simple, y que la vida siga como si nada hubiera ocurrido. Total los muertos por ETA no desfilan.
En la marcha proetarra se encontraban viejas caras conocidas, personajes que se escudan en una democracia en la que no creen, pero que hoy les permite seguir manteniendo su insensatez.
Allí estaban los representantes de Sortu, Haiser Arraiz, Amaia Izko y Pernando Barrena; la diputada de EH Bildu, Laura Mintegi; el secretario general de EA, Pello Urizar; el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta; el representante de Alternatiba, Asier Vega, y representantes de EB-Berdeak, como José Navas y Javier Madrazo, los secretarios generales de ELA y LAB, Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide y por supuesto, el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, entre otros.
Entre ellos, como uno más, desfilaba una figura huesuda vestida toda de negro —la muerte— que, mientras agitaba su guadaña al aire, reía con satisfacción al ver que tantos de sus fieles seguidores no la habían olvidado.
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