
Sobre la posible exclusión de Cataluña de la Unión Europea si se separara de España, el portavoz del Gobierno ha pedido sentido común y ha recordado que “Cataluña aporta más dinero a la Unión Europea de los que recibe” y por eso, según él, no tiene sentido “poner trabas a la lógica de la economía”. Según Homs, “sería una contradicción absoluta e iría en contra de los fundamentos de la UE expulsar 7 millones de ciudadanos”. El consejero ha asegurado que “cuando las cosas no tienen lógica ni sentido y, como tal, no están previstas en el ordenamiento jurídico, sólo se puede pensar con una negociación política”.
El consejero de la Presidencia ha pedido “serenidad y espíritu democrático” a aquellos que utilizan o desean utilizar Cataluña por cuestiones internas de política española y ha recordado que lo que es “voluntad del pueblo de Cataluña es poder votar”. El portavoz del Ejecutivo ha reafirmado el compromiso del Gobierno con el diálogo y ha recordado que siempre serán positivas las intermediaciones.
Lo que en realidad dice la Unión Europea y difiere de lo que asegura Homs, es que si Cataluña se independiza de España, quedará automáticamente fuera del bloque continental y deberá iniciar un largo proceso para ser aceptado como nuevo país. Un trámite que puede llevar años, como ha ocurrido con otras naciones.









