
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha manifestado que la reforma del sector eléctrico es necesaria para corregir el déficit de tarifa, es decir, la diferencia entre lo que cuesta producir la electricidad y lo que se paga por ella, y garantizar la sostenibilidad del sistema eléctrico sin que sean los consumidores los que tengan que asumir en sus facturas los costes que genera ese desequilibrio.
Sáenz de Santamaría ha aclarado que la reforma nace con la vocación de ser definitiva para resolver los problemas del sector eléctrico. Desde el año 2005, ha explicado, el coste de generación de electricidad ha aumentado hasta llegar a 26.000 millones de euros y, ese agujero, heredado del anterior Gobierno, no se consiguió paliar, aunque entre 2006 a 2011 la factura de la luz subió un 63%.
Por su parte, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha reconocido que las medidas adoptadas “no son fáciles para nadie pero sí totalmente imprescindibles”. “La reforma -ha dicho- no se casa con nadie. Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Hasta ahora hemos tenido un sistema que es insostenible dentro de la incertidumbre y a partir de ahora tendremos un sistema sostenible y con certidumbre”.
José Manuel Soria ha indicado que el precio de la energía para los consumidores domésticos está muy por encima de la medida de la Unión Europea a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno durante 2012. De no haberse tomado esas medidas, ha precisado, el déficit del sistema eléctrico habría alcanzado los 10.500 millones de euros en 2013 y hubiera sido necesaria una subida de la luz del 42%.
El ministro ha avanzado que el déficit de tarifa previsto para 2013 es de 4.500 millones de euros. Para equilibrar el sistema, las compañías asumirán 2.700 millones de euros, el Estado 900 millones y los consumidores los 900 millones restantes mediante una subida del recibo de la luz del 3,2% a partir de agosto. José Manuel Soria ha asegurado que la subida para el consumidor doméstico sería del 19% si no se aplicara la reforma y las empresas del sector y el Estado no asumieran parte del coste.
El titular de Industria, Energía y Turismo ha indicado que se establece una regla de estabilidad financiera, mediante un sistema automático de revisión, que evitará la aparición de nuevos desajustes. Se limita la introducción de nuevos costes en el sistema eléctrico sin que vengan acompañados de un aumento equivalente de los ingresos. Aquellos sobrecostes generados por las normativas autonómicas o locales deberán ser asumidos por éstas.









