El presidente de la Generalitat y de Convergencia de Cataluña, Artur Mas, advirtió este sábado de que “el catalán no es una lengua folclórica, sino que es una lengua de presente y de futuro y que progresa porque mucha gente la considera útil y la quiere compartir”. Y ha añadido que “es también una manera de presentar el país en el mundo”, señaló, aunque no aclaró como hará para hacerla conocer en el resto del mundo que no utiliza esa lengua.
El presidente rechazaba así la sentencia de esta semana del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que obliga a cambiar el idioma de toda una clase si un alumno lo pide. El presidente hizo estas declaraciones en su intervención en el Consejo Nacional de Convergencia celebrado este sábado en Sant Cugat.
Artur Mas ha explicado que “el proceso que vive Catalunya no es sólo económico, que también, sino que es un proceso nacional y por lo tanto engloba también los signos y símbolos de nuestro país”. En este sentido, el presidente ha insistido en que “el camino está trazado y está en curso”. Y especificó que “las negociaciones están iniciadas dentro y fuera de Cataluña, los órganos para seguir este proceso se están construyendo o ya lo están-Consejo Asesor para la Transición Nacional o el futuro Pacto Nacional por el derecho a decidir”. Por eso ha concluido que “nosotros tenemos un rumbo fijado, un camino claro y lo seguimos con firmeza y serenidad, sin desviarnos del objetivo”, puntualizó.
Mas asegura que quieren cargarse a Jordi Pujol
El presidente Artur Mas ha querido aprovechar el Consejo Nacional para denunciar la campaña que hay alrededor del presidente Jordi Pujol: “Aquí hay operaciones montadas por cargarse símbolos de nuestro país y el presidente Pujol, con el que se ha identificado mucha gente durante años, es uno. Y ahora el estante intentando desgastar “. Y ha añadido que “estas ofensivas sólo persiguen introducir la duda respecto a la fuerza de este símbolo” y sentenció que “es el veneno de la duda lo que astilla la sociedad catalana”. Por eso ha querido denunciar también que “de forma gratuita y interesada hay una ofensiva y parece ser que determinados organismos del Estado, muy poderosos, tienen dinero puesto en un cajón para destinarlos a cargarse determinados símbolos de Cataluña. Y nos decimos que no nos los dejaremos destruir y nos seguiremos identificando”.









