El Parlamento Europeo aprobó un informe, en el que reclama una legislación para garantizar que las pequeñas y medianas empresas accedan a préstamos bancarios adaptados a sus necesidades.
“Hay más de 23 millones de pequeñas y medianas empresas en Europa, todas ellas con sus propias necesidades. Esto exige normas claras que regulen su financiación y las alternativas para los préstamos bancarios”, argumentó el exponente de esta inicitiva, el liberal belga Philippe De Backer.
En este sentido el informe explica que las pequeñas empresas, como las empresas familiares y las empresas de alta tecnología no se les permiten acceder a los beneficios financieros de la banca, como a otras empresas del mercado, teniendo mayores dificultades para obtener préstamos para la innovación y desarrollo.
“Las instituciones financieras y los acreedores deben esforzarse más por comunicarse con los empresarios y cumplir las reglas claras sobre el uso de garantías, el reembolso anticipado y las posibles multas”, acotó De Backer.
Ante esto los parlamentarios abogan por que los bancos que reciben ayuda estatal o el apoyo del Banco Central Europeo, adapten sus préstamos a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas.
En la misma línea el dossier específica que las pequeñas empresas deben recibir ayudas para adquirir conocimientos financieros básicos, de manera de que estas mejoren sus posibilidades para obtener ayudas monetarias, de la misma forma que se insta a una mayor fluidez y cooperación en el intercambio de información con los prestamistas para reducir la incertidumbre en ambos lados.
Por otra parte se pide a la Comisión que “someta todas las normas de interés para las pymes a una evaluación de impacto global e inclusivo, con el fin de eliminar los obstáculos innecesarios y las contradicciones”.












