El ministro de Educación de Argentina, Alberto Sileoni, sostuvo que una demanda salarial del 30% no está en línea con lo que ocurre en la economía y señaló que “El piso salarial hoy está en $2.800 y por supuesto va a traspasar los $3.000”, afirmó el ministro Sileoni, al periodista Hugo Krasnobroda, de El Tribuno, a quien recibió en el Palacio Pizzurno. Sostuvo, entre otras cosas, que “no hay un tránsito de la escuela pública a la privada, sino una decisión temprana de las familias de enviar a los chicos a las escuelas privadas”.
-Al ser menos del 25 por ciento, ¿no teme que los docentes se pongan en pie de guerra y decidan no empezar las clases?
-Puede ocurrir, pero son tensiones con las que tenemos que convivir en democracia. Está claro que una demanda del 30 por ciento es irreal, no está en línea con lo que ocurre en la economía argentina. Nosotros tenemos una mirada en tres direcciones. Primero nuestros propios recursos. El Estado nacional y los Estados provinciales, en este marco de crisis internacional, tuvieron el año pasado menos recaudación fiscal. El segundo elemento es que hay que escuchar las demandas de los gremios, pero como Estado nacional tenemos que tener una tercera mirada, que son las posibilidades fiscales de las provincias. Hay provincias que naturalmente no podrían pagar aumentos de este tipo, quizás alguna sí. Hay provincias que están avanzando. Salta es un caso, que por segundo año seguido arregló salarios prematuramente, y eso siempre es beneficioso. Una gran cantidad de provincias han avanzado, tenemos perspectivas optimistas.
Nosotros tenemos que apurar una definición, a ver si la semana próxima la tenemos, siempre con la expectativa de arreglar.
-La Presidenta anunció una suba del 20 por ciento en el piso de Ganancias, que fue rechazada por las cinco centrales de trabajadores. ¿Cómo influye ese impuesto en los docentes?
-Algunos docentes están comprometidos en este impuesto, pero en general los gremios docentes han recibido esta elevación del mínimo con beneplácito. Para nosotros ha contribuido a la paritaria. Una de las primeras demandas de los docentes era elevar el piso del impuesto y unos días después la Presidenta hizo el anuncio. Cuando tuvimos una segunda reunión con los gremios, ellos marcaron una satisfacción, aunque siempre es una discusión.
-Esta semana la Presidenta lanzó el plan quinquenal educativo, ¿cuáles son los puntos centrales? preguntó el periodista a Sileoni y este respondió:
-Primero su carácter federal. Es interesante advertir que no hay escuelas nacionales pero sí una educación nacional. Ni una sola de las 45 mil escuelas depende directamente de este Ministerio, pero nosotros tenemos la obligación de construir políticas para las 24 jurisdicciones. Un plan federal aprobado por unanimidad: ese no es un dato menor, porque hay provincias de diversas procedencias ideológicas y
partidarias. Es una política pública de mediano plazo que tiene que ver con un presente un poco más optimista. Si el presente es muy amarrete, vos no podés pensar más allá del día de mañana.
-El Ministerio quiere que haya diez días más de clase que ahora, ¿no puede atentar contra eso la enorme cantidad de feriados?
-No, porque hay una suerte de equilibrio. Cuando asumimos los 180 días de clase no eran un valor. Primero, nos pusimos el objetivo de los 180, que nos costó cumplirlo, pero para no cumplirlo lo primero que tenés que hacer es tratar de cumplirlo. Si no te pones la meta de los 180 días no es un valor cumplirlos. Prácticamente todas las provincias llegaron a los 180 días de clase. El año pasado hubo problemas en Buenos Aires. El año anterior, problemas graves en Santa Cruz. Pero eso no impide que se hayan cumplido en la mayoría de las provincias. Como se venían cumpliendo los 180, los ministros empezaron a plantear: “¿Por qué no empezamos a pensar en calendarios que tengan 190 días?”. Esa fue una meta a tender, dice la norma, a calendarios con 190 días. El calendario 2013 tiene 190 días en su pretensión, y el año pasado varias provincias llegaron. La clave es más años de escolaridad, más días de escolaridad y más horas de escolaridad. Vamos a multiplicar por dos las escuelas primarias de jornada extendida. Nunca dejamos de reconocer que allí teníamos el objetivo más demorado de los que nos propusimos. Vamos a seguir trabajando para bajar el analfabetismo. De 2,5 lo hemos bajado a 1,9. Nos estamos proponiendo llegar al bicentenario con 1,5. Técnicamente, menos de dos puntos se considera un país libre de analfabetismo.









