
El diario El País de Montevideo revela en una nota periodística que el chofer de un ómnibus interdepartamental, increpó a una pasajera ciega por querer viajar con un perro-guía, dejó en evidencia la ignorancia general sobre las leyes que amparan a los invidentes.
El pasado 2 de febrero, a media tarde, la joven Florencia Spinosa ascendió a un ómnibus de la línea 7A de Copsa con destino Pando. Debía viajar, para encontrarse con su novio, desde la Avenida 8 de Octubre y Comercio hasta el kilómetro 26 de la ruta 8.
En la ocasión, como desde hace más de diez meses, iba acompañada por “Salu”, su perra-guía, una golden retriever, originaria de España, blanca y mansa como una oveja.
Spinosa es una de las cinco personas ciegas que tienen en Uruguay la oportunidad de movilizarse con un animal adiestrado, sociable, y para nada agresivo. La actual legislación la ampara tanto para ingresar a lugares públicos como privados y también a trasladarse con Salu en ómnibus.
Sin embargo, aquel día, un año después de haber viajado a Zamora, a 300 kilómetros de Madrid, en donde tomó contacto por primera vez con la perra-guía con la cual terminó congeniando a las mil maravillas, tuvo que pasar por una lamentable experiencia.
Las absurdas excusas del chofer para no permitirle viajar, son reproducidas por El País de la siguiente manera:
El chofer no quería darle el boleto, hasta que algunos pasajeros comenzaron a ponerse tensos y explicar a los gritos que se trataba de un perro-guía.
-Y si me muerde, ¿te hacés responsable?- preguntó el hombre a Florencia.
-El perro no va a morder, está adiestrado, no es agresivo- respondió la joven.
-¡Ah, claro! No tiene dientes…- replicó el chofer, con un sarcasmo que reveló su ignorancia y envalentonó más el ánimo de varios pasajeros, aunque no puso fin al diálogo.
-El ciego usa bastón- dijo el chofer.
-Y perros-guía también- afirmó la joven.
-Acá nunca vi- insistió el testarudo.
-Acá somos cinco quienes tuvimos la oportunidad de tener nuestros perros-guía- le explicó Florencia sin éxito.
-Esas cosas son del primer mundo- contestó el chofer.
La empresa COPSA de autobuses recibió la denuncia y aclaró que tomará las medidas para que hechos como este no vuelvan a ocurrir.
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