
El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, promulgó la Ley General de Víctimas, iniciativa que pretende amparar a las personas que han sido dañadas por las acciones relativas a la guerra con el narcotráfico, además de garantizar los derechos a las víctimas del delito y violaciones a los derechos humanos.
“Con esta Ley, se establece un amplio catálogo de derechos reconocidos a las víctimas, y se incorporan medidas para restablecer el ejercicio pleno de sus derechos. En particular, la Ley les reconoce el derecho a recibir ayuda, asistencia y atención, para ellas y sus familiares, por parte del Estado”, reza un comunicado de prensa del Gobierno mexicano.
La iniciativa que fue aprobada por el Senado mexicano a finales de abril de 2012 y ratificado posteriormente por la Cámara de Diputados, tendrá vigencia dentro de un mes y promueve, entre otras acciones, la creación del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral y de un Sistema Nacional de Víctimas.
De la misma forma establece Asesoría Jurídica Federal de Atención a Víctimas, dependiente de la Comisión Ejecutiva, para que los afectados cuenten con un profesional del derecho que los represente y defienda legalmente.
En este sentido el jefe de Estado aseguró que con la puesta en marcha de esta iniciativa, el ejecutivo cumple con el compromiso “ético” adquirido con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad de este país y uno de los principales promotores de esta normativa.
“La Ley General de Víctimas es el inicio de un modelo jurídico innovador, que pone a la persona, a su dignidad humana y a sus derechos inalienables, en el centro de la atención del Estado y de la Sociedad”, expresó Peña Nieto, agregando, “la dignidad de una Nación se refleja en la forma en que se trata a las víctimas de la violencia y el delito”.









