
Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por el vicepresidente, Amado Boudou; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y miembros de su gabinete, habló ante miles de personas que se concentraron en el puerto para dar la bienvenida al buque escuela, en el marco de un festejo con desfiles aéreos, fuegos artificiales y música ejecutada por la Fanfarria Alto Perú.
“Señores oficiales y suboficiales de la Fragata Libertad: bienvenidos a la Patria”, dijo la Presidenta al iniciar su discurso. La llegada de la nave, afirmó, “simboliza la defensa irrestricta de los derechos de la Argentina y el respeto a su soberanía y dignidad nacional”.
Afirmó que la recuperación de la nave, pese a que sectores externos e internos “pedían que la entregáramos” es “una verdadera lección histórica” sobre los logros que se alcanzan cuando “la soberanía y la dignidad nacional” se “defienden con tenacidad, convicciones y coraje”.
Destacó que la Argentina “una vez más sufre ataques de los fondos buitres, y de otros que nos amenazan a 14 mil kilómetros de distancia con venir a militarizar nuestras Malvinas”.
“Les decimos desde aquí, con todo nuestro orgullo y con toda nuestra convicción de cómo deben defenderse los intereses de un país –subrayó- que hoy tenemos frente a nosotros una verdadera lección histórica que hemos defendido con tenacidad y convicciones”.
Sostuvo que “esta lucha que llevamos a cabo los argentinos no es sólo algo que importe a nuestro país” pues “muchos se están dando cuenta que es necesario tomar una posición firme y seria frente a estos verdaderos depredadores sociales globales” que son los fondos buitre, para “defender el bienestar de los pueblos y la subsistencia de los estados”.
Afirmó que la posición argentina en relación al embargo de la Fragata fue avalada por la legislación internacional, pese a “voces discordantes” aún en lo interno del país, y mencionó un artículo publicado hoy en un “diario que decía que había terminado la odisea, la de Ulises, que no escuchó los cantos de sirena” como en la Argentina, que no escuchó “afuera, los buitres y acá los caranchos que graznaban”.
“No escuchamos a ninguno, sino al clamor de nuestro pueblo que pide sobre todas las cosas respeto y dignidad al pabellón nacional y a los derechos de la patria”, destacó Cristina.
La Presidenta dijo que “paradójicamente, muchos de los que decían que teníamos que hocicar, que arrodillarnos, eran precisamente los que habían endeudado a la Argentina porque estos fondos buitres no aparecen por casualidad; hay una historia de muchas décadas en la Argentina, una historia de un endeudamiento feroz que operó sobre la desindustrialización, la desocupación”.
Recordó la forma en que la Argentina honró la deuda externa que contrajeron otros gobiernos, logrando importantes quitas para mejorar las condiciones sociales en el país, con el pago de más de 11 mil millones de dólares.
“Entonces –preguntó- de qué nos están hablando y quiénes son estos fondos buitres que intentaron quedarse con la Fragata Libertad”
La Presidenta afirmó que “sería bueno caerle bien a todo el mundo, qué lindo sería decir esa frase que les gusta a todos sobre el amor, la amistad, el cariño…cómo no les va a gustar, qué lindo quedar bien con todos y no tomar ningún riesgo ni asumir ninguna responsabilidad, qué lindo sería hablar sólo de colores, de amor y luz”.
“Sin embargo –advirtió- cuando uno gobierna un país para los 40 millones de argentinos, aún los que no están de acuerdo, tiene que tomar decisiones que no conforman a todos, pero no esperen un gesto de hipocresía o falsedad, porque con mis errores soy como me ven: de una sola pieza, no miento, no engaño, defiendo a la bandera, quiero que la memoria de mi compañero quede bien en alto y seguiré luchando siempre, desde cualquier lugar, por el bienestar del pueblo, la grandeza nacional y la felicidad de todos los argentinos”.
Fuente y foto: Secretaría de Comunicación Pública









