La empresa española Repsol ha presentado una querella en Estados Unidos contra la petrolera norteamericana Chevron, ya que considera que ésta ha firmado un acuerdo con YPF de Argentina que no es legítima.
YPF firmó el 14 de septiembre de 2012, luego de expropiar las acciones de Repsol, un Memorando de Entendimiento (MOU) con Chevron. El entendimiento entre ambas compañías, cuyas conversaciones se habían iniciado el pasado 24 de agosto con un encuentro entre ambos líderes, apunta a explorar oportunidades de desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta, Neuquén, y a estudiar la potencialidad de aplicar la Recuperación y Mejora asistida en sus respectivos yacimientos, a través de nuevas y existentes tecnologías y componentes.
En noviembre un juzgado español aceptó una demanda de Repsol contra Chevron por presunta “competencia desleal” al acordar con el Gobierno argentino su participación en el proyecto de Vaca Muerta, una actividad estudiada e iniciada por la empresa petrolera española.
La demanda contra Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)
Repsol había iniciado este lunes pasado, una demanda contra el gobierno argentino e informaba en un comunicado que “transcurrido el plazo de seis meses desde que se notificó a la República Argentina la existencia de la controversia relativa a la expropiación de la participación de control en YPF S.A. e YPF Gas S.A. titularidad del Grupo Repsol y otros actos conexos, Repsol S.A. y Repsol Butano, S.A. han presentado, ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (el “CIADI”), la solicitud de inicio de un procedimiento de arbitraje contra la República Argentina, por violación del Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre el Reino de España y la República Argentina firmado el 3 de octubre de 1991.
El escrito de solicitud de arbitraje señala, de manera resumida, las cuestiones de hecho y de derecho a ser consideradas. Próximamente el CIADI procederá a su registro y se lo notificará a las partes que, una vez constituido el tribunal de arbitraje, deberán presentar sus escritos de alegaciones completos sobre el fondo del asunto. En dichos escritos de alegaciones, Repsol, S.A. y Repsol Butano, S.A. concretarán las reparaciones y compensaciones a reclamar a la República Argentina, sin perjuicio de la posibilidad de las partes de poner fin al procedimiento en cualquier momento en caso de alcanzarse un acuerdo entre ellas.
El CIADI es la principal institución en materia de arreglo de diferencias relativas a inversiones internacionales, tiene su sede en Washington y es una de las cinco organizaciones que integran el Grupo del Banco Mundial”, termina diciendo el comunicado de Repsol.
Argentina responderá con pruebas que Repsol depredó los recursos hidrocarburíferos argentinos
Entre las Principales Conclusiones se expresa que un informe demuestra que el grupo Repsol efectivamente utilizó a YPF para apalancar y financiar su estrategia de expansión a escala mundial, depredando los recursos hidrocarburíferos argentinos con una visión corto-placista que priorizó el giro de dividendos a su casa matriz por sobre las actividades de exploración y explotación propias de las mejores prácticas del negocio petrolero.
La estrategia internacional de Repsol se reflejó en YPF en un proceso de sistemática desinversión en Argentina con el objetivo explícito de “bajar su exposición al riesgo en este país”. Sin embargo, por la confluencia de un ciclo alcista de los precios internacionales y la aparición de nuevas tecnologías, se tornó rentable la explotación de los llamados “recursos no convencionales” presentes en el yacimiento denominado “Vaca Muerta”.
Ante este escenario, en lugar de apuntar a la mejora de su performance en términos de producción, el Grupo Repsol comenzó a “delinear” el yacimiento de Vaca Muerta, con el objetivo de cuantificar el potencial del yacimiento para posteriormente desprenderse de él ya sea a través de la venta o la sub-concesión. Esta nueva estrategia por parte Repsol exacerbó la desinversión en materia de recursos convencionales, puesto que los recursos financieros que se volcaron hacia el país estuvieron destinados en buena medida a examinar los recursos no convencionales que pretendían colocar a terceros.
Pone de relieve que la información recopilada en el informe demuestra que Repsol priorizó el rápido retorno de caja sobre la inversión, en desmedro de maximizar la recuperación final de los activos y su valor. Esto queda evidenciado por la baja inversión en exploración, el retraso de las inversiones en secundaria frente a la primaria, y la falta de mantenimiento e inversiones en instalaciones de superficie. Estos factores impactaron negativamente en el perfil de producción de gas y petróleo y en el volumen de reservas. Al mismo tiempo, priorizo la monetización de reservas en activos ajenos a YPF ubicados fuera del país (importación de gas de Bolivia y GNL principalmente) en desmedro del desarrollo de la oferta de local de gas natural.
En el mismo sentido, Repsol no llevó adelante un plan adecuado de gestión ambiental, con una sub-ejecución sistemática de los compromisos asumidos con la autoridad de aplicación. Desde el comienzo de su gestión, el grupo realizó un plan de vaciamiento de los activos internacionales de la compañía, tomando posesión de la mayoría de ellos y quitándole a YPF la proyección internacional que había logrado en la gestión anterior. A su vez, el monto de los dividendos percibidos por Repsol más el valor de los activos internacionales transferidos, claramente supera el valor pagado por YPF.
En síntesis, con su accionar Repsol priorizó el retorno de caja, desarticulando el portafolio de activos de YPF para posicionarse mejor en el resto del mundo. En el camino, no siguió las buenas prácticas de la industria y no acompañó el crecimiento de la economía del país.
La adquisición de YPF por parte de Repsol en 1999 implicó el desperdicio de una oportunidad histórica para consolidar a la principal empresa nacional productora de hidrocarburos como una compañía líder a nivel internacional.
La venta de sus activos externos de carácter estratégico y el continuo proceso de desinversión por parte de Repsol se tradujeron en una progresiva pérdida de mercados, así como también en una reducción de la producción y de las reservas, comprometiendo sensiblemente el autoabastecimiento energético del país.
En este sentido, la declaración de interés público nacional de la explotación, la industrialización, trasporte, y comercialización de hidrocarburos, así como la recuperación del control de la principal empresa petrolera de nuestro país, a través de la sanción de la Ley N° 26741, es el primer paso para avanzar en la recuperación del autoabastecimiento energético y para volver a colocar a YPF entre las compañías líderes a nivel mundial.









