La misión final del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluye que la crisis de Portugal es debido a un legado de fracasos de la política frente a un entorno cambiante.
El informe señala que las instituciones económicas y políticas lusas resultaron se adaptaron mal a las exigencias y oportunidades de la Unión monetaria y la globalización. La rápida transición de décadas de represión financiera e inestabilidad monetaria está resultando difícil de solucionar, indicaron los expertos.
Los economistas del FMI señalan que el esfuerzo que está realizando Portugal debe mantenerse después del programa diseñado por la troika, del que ya se está ejecutando el 95%. Las autoridades lusas «realizaron un esfuerzo de política impresionante para reverter los desequilibrios acumulados para frenar la crisis”, afirma el FMI.
También puntualiza que la Unión monetaria, en el lugar de cumplimiento de la promesa de crecimiento sostenible a estándares de vida de la UE, facilitó la acumulación de desequilibrios económicos y financieros.
El FMI reconoce que las autoridades portuguesas han realizado un esfuerzo impresionante para revertir gradualmente los desequilibrios acumulados y prevenir crisis, pero sin embargo, las perspectivas a corto plazo son inciertas, y siguen siendo considerables los desafíos económicos de mediano plazo, explica el informe.
Para el FMI existe un riesgo de medio plazo y es que el crecimiento sea demasiado lento y que este pueda tener un impacto significativo en el ya elevado desempleo, desencadenando la emigración de trabajadores jóvenes y cualificados, situación que podrá ser difícil de revertir.
El ente financiero internacional entiende que la economía probablemente estará en recesión en 2013, mientras que el desempleo aumentará sobre los registros actuales.
Puntualiza que más allá de avanzar en el ajuste fiscal, el anclaje de responsabilidad fiscal requerirá un marco presupuestario mucho más fuerte, según los expertos.









