En un acto de festejo por el 50 aniversario del Frente de Izquierda de Liberación (Fidel) en el Teatro Astral de Montevideo, el expresidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, por la agrupación de izquierdas, Frente Amplio, dijo en su discurso que “la derecha le teme a nuestra unidad” y señaló en declaraciones que reproduce el diario La República de Montevideo, que “Entre otras razones porque sus berrinches y problemas (los de la derecha) son peores que los nuestros; sino que le teme a nuestra unidad y una unidad en la diversidad, sin exclusiones, como lo acaba de decir Eduardo (Lorier), con calidad, una unidad frenteamplista, una unidad con fraternidad, que es de respeto y de tolerancia entre todos los frenteamplistas”.
El ex mandatario abogó por algunas características a impulsar por la fuerza política: “Un horizonte de valores y un horizonte de principios, un proyecto estratégico de país, un programa de gobierno, una herramienta política capaz de sustentar el gobierno e involucrar a la sociedad, porque en el vacío ciudadano ningún proyecto progresista es posible, y si acaso lo fuera, sería efímero”.
Aludió “a un programa de gobierno que despliegue gradual y sistemáticamente dicho proyecto. Gobernar no es un monólogo absolutamente libretado, pero tampoco es un festival de improvisación. Gobernar no es fácil”, reconoció.
Sobre algunos de sus dichos, vale recordar: “la derecha le teme a nuestra unidad”, pero nada dijo de cuando él como presidente temió un presunto ataque militar de Argentina por el conflicto de la pastera Botnia y que según su confesión pública le pidió ayuda al gobierno de derechas de George Bush; gestión que le valió críticas de sus compañeros de ruta y de la oposición por su pedido de ayuda a espaldas del sistema político uruguayo, a pesar que ahora asegure que gobernar ” tampoco es un festival de improvisación”.
Pero la unidad del Frente Amplio que pregona Vázquez, tampoco existió cuando quiso implementar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU, pero que por discrepancias ideológicas los compañeros de “unidad” se lo impidieron (entre ellos, el excanciller Gargano, Arismendi y Lorier) que privaron a Uruguay de un negocio que le hubiera aportado al país múltiples beneficios económicos, aunque ninguno de ellos cuestiona que Chávez haga negocios y tenga gasolineras en el país del norte.
Vázquez quería un TLC con Estados Unidos, pero sus correligionarios se lo impidieron.












