
Sin encontrar resistencia, las fuerzas de seguridad recuperaron los territorios en sólo 20 minutos liberando una de las zonas más peligrosas de la región, centro de bandas dedicadas al tráfico de drogas.
Para evitar la fuga de los narcotraficantes a otros vecindarios, 400 policías militares cercaron la Baixada Fluminense y en las zonas norte y oeste, participaron en el asedio y la búsqueda de armas, drogas y delincuentes.
Los fusileros navales también tomaron parte en la operación con 13 blindados. Además, unos 100 agentes y un helicóptero de la policía también participaron en la comunidad de la carretera Federal.
Como resultado, la policía militar arrestó a 33 sospechosos y realizó varias incautaciones de armamentos-3 fusiles, 2 pistolas, revólveres, 1 ametralladora, escopeta y granadas 5 1.
También incautó 2.545 piedras y 1.174 gramos de crack; botellas encantadora loló 9.373 piedras, sacolés, cápsulas de 7.866 720 y 40 kg de cocaína; y tonto, tabletas de 10.954 51 y 4 kilogramos de marihuana.
La policía civil, en dos operaciones de DCOD en Jacarezinho, incautó 1 000 tabletas y 30 kg de cocaína, además de 230 municiones de 9 mm. fue detenido un sospechoso y un menor de edad. También fueron incautados 21 vehículos y otros tres recuperados.
En Nueva Holanda, la policía civil también detuvo a dos sospechosos e incautaron 4 ranuras, una pistola y cargadores. Otro sospechoso fue arrestado en Cabo Frio y otros tres en Río de Janeiro, uno de ellos el traficante conocido como “Big Big”. la policía busca a los principales narcotraficantes de la zona, que huyeron; entre ellos, Marcelo Veiga, considerado el líder del tráfico en estas favelas.
En el día previo a la liberación de estos barrios, cinco presuntos narcotraficantes resultaron muertos en enfrentamientos a tiros con las fuerzas del orden.
Este es el primer paso hacia la implementación de las nuevas unidades de policía (UPP), una en el complejo de Manguinhos y otra en Jacarezinho, llevando tranquilidad a más de 70 mil personas.
El Gobernador de Río, Sérgio Cabral, había seguido la operación desde el comando central y de control de la policía. Después de la ocupación, fue a la sede de la policía militar, donde se reunió con representantes de las fuerzas de seguridad para felicitarles por el éxito del operativo.









