
Que perdió, que lo han dejado solo, que los medios no lo ayudan, mas bien lo boicotean, que “la derecha” reaccionaria le impide gobernar, estas son las alusiones que en las ultimas horas ha desgranado para explicar el fracaso en sus propósitos, algunos de los cuales encolumnó detrás a muchos compatriotas, aún a muchos de quienes estamos en la oposición. Como podríamos negarnos, cuando Mujica en su discurso inaugural, ubico en la prioridad primera la reforma de la educación, a prestar concurso intelectual, votos parlamentarios y voluntad de cooperación, para que en la solución de este verdadero drama nacional todos hiciéramos el máximo de los esfuerzos.
Y esta voluntad positiva la expresamos en otros temas de importancia para el País, lo mismo ocurrió en la cuestión de la seguridad, también en lo referido a la política exterior, el medio ambiente, la energía, en fin, en los grandes temas que requieren una visión nacional.
Ahora bien, resulta que en estas horas, cuando los desencuentros y enfrentamientos tienen como escenario el de las fracciones políticas que apoyaron al Presidente, entre las que se acusan de voracidad por cargos y espacios de poder, entre las que se cobran cuentas en el escenario sindical politizado vergonzosamente en extremo, cuando se constata la disputa de la conducción de materias tan trascendentes como la economía ó la enseñanza, y el país asiste a una crisis de conducción y una gravosa ineficiencia en la gestión política del gobierno, la culpa es “de los otros”, de quienes no han tenido ni tienen arte ni parte en el gobierno.
Como “silbando en la oscuridad” para ahuyentar el miedo, montan un escenario de reproche al adversario para encontrar una justificación y acumular fuerzas y el sonsonete de “la derecha”, la prensa maléfica, los que quieren boicotear el cambio, etc., etc., esto ocurre aun cuando la realidad indica que los problemas están en la propia coalición de gobierno, en la propia izquierda del presidente.
Es una pena que a la fecha se esté desintegrando el enorme capital político que sobre ciertas áreas de la acción de gobierno, al inicio de esta administración, se había creado. Es mas penoso aún que el Presidente y su círculo se dediquen a la caza de brujas fuera del espacio político que le debe lealtad y compañía, que en realidad es el que le ha generado los mayores obstáculos para la puesta en marcha de sus desafíos. Allí está el problema.












