El futuro de las relaciones comerciales entre los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) y los de la Unión Europea, pasan por un momento de incertidumbre ya que el ingreso de Venezuela al bloque sudamericano, no es visto con buenos ojos desde Europa.
En Nueva York, el ministro de Asuntos Exteriores de España, García Margallo, se ha reunido con sus colegas de varios países que estarán presentes en la próxima Cumbre Iberoamericana de Cádiz a desarrollarse el 16 y 17 de noviembre.
Desde España se afirma que será un éxito, pero existen dudas visto el fracaso de la última cumbre que se celebró en Paraguay en diciembre pasado, donde casi la mitad de los países invitados faltaron a la cita. Pero también está el caso de Argentina, donde las tensas relaciones de España y la UE con Cristina Kirchner, tal vez la hagan desistir de concurrir a la Cumbre de Cádiz, aunque desde Buenos Aires algunos sostienen que el carácter de confrontación de la presidenta, hará que asista a la cita para hacerse oír en territorio español.
En la reunión neoyorquina el titular de la diplomacia española reiteró lo que ya había dicho en sus viajes por países sudamericanos, respecto a que España sería el defensor de los intereses de estas naciones ante la Unión Europea, pero la entrada de Venezuela al Mercosur, aprovechando la suspensión temporal de Paraguay cierra prácticamente la posibilidad de algún acuerdo comercial entre los dos bloques, al menos por ahora.
Por otro lado, luego de la reunión que mantuvieron en la ONU, Mariano Rajoy con el presidente de Paraguay, Federico Franco, este último señaló que “Rajoy dijo claramente que con el ingreso de Venezuela al Mercosur las relaciones se hacen incompatibles con la Unión Europea”, escribió Franco en su cuenta de Twitter.









