Navarro lamentó las declaraciones de Sánchez Berzaín, refugiado en Estados Unidos, que en una entrevista con una televisora local sostuvo que Morales en su afán por derrocar a Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-03) instó a la represión de masas insurrectas en las ciudades de La Paz y El Alto con apoyo de Venezuela, Cuba, Libia y de las FARC.
Respecto a la nota enviada por el Gobierno de Estados Unidos, en la que rechaza la solicitud boliviana de extradición del expresidente boliviano Sánchez de Lozada, acusado de genocidio, Navarro apuntó que ese país argumenta que “no se encuentran indicios de responsabilidad en los civiles que ocasionaron las muertes”.
“Es decir, que los civiles no pueden ser responsables por los actos de los militares”, reflexionó Navarro.
A su juicio, los militares no actuaron independientemente sino a partir de órdenes políticas y de normas legales, por lo que “existe una corresponsabilidad de las acciones legales y de los hechos de octubre”.
“Estados Unidos lo que hace es obviar ese nivel de responsabilidad y libera de responsabilidades a Sánchez Berzaín y a Sánchez de Lozada”, complementó.
El 18 de mayo de 2009 se instaló en Bolivia el juicio oral a Sánchez de Lozada y sus colaboradores acusados de genocidio, lesiones gravísimas, lesiones graves y leves, vejaciones y torturas, delitos contra la libertad de prensa, allanamiento de domicilio o sus dependencias y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes.
En el juicio declararon al menos 320 testigos, entre ellos ex Presidentes, viceministros, dirigentes sindicales y otras autoridades.
Gonzalo Sánchez de Lozada es un político boliviano que fue presidente de la República entre 1993 y 1997. Resultó nuevamente elegido jefe del Estado tras las elecciones de 2002, aunque abandonó el cargo en octubre de 2003 tras varias semanas de revueltas populares.
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